Mensaje contundente pero con matices

Parece que se han cumplido los pronósticos más razonables, más allá de los picos de expectativas que algunos medios anunciaban en torno a cosas como el famoso Tea Party. Y esos pronósticos han sido confirmados de modo contundente en algunos casos, y matizados por los propios electores en otros.

La victoria republicana en la Cámara de Representantes ha superado incluso los 52 escaños que en la famosa elecciónmidtermdeClintonel partido republicano le sacó al demócrata en 1994 o los 30 queReaganperdió en 1982. La Cámara baja pasa no solo a tener mayoría republicana, sino a ser presidida por un republicano,John Boehner.

¿Cuál es la importancia de ello? En realidad, se debe a dos cosas: una, la visibilidad que da a la oposición presidir una Cámara crucial a efectos de agenda legislativa, fijación del orden del día en los debates, etc. Pero es también un cargo esencial en el sistema constitucional de EEUU, ya que si el vicepresidente preside a su vez el Senado, el presidente de la Cámara baja es, junto con el presidente del Tribunal Supremo Federal, quien cierra la lista de lo que podemos llamar la cúpula del entramado del Estado. No en vano es la primera persona a la que, según parece,Obamallamó en cuanto los resultados confirmaron esa tendencia de cambio.

Pero por otra parte no ha sucedido lo que hubiera sido un verdadero cambio cualitativo decisivo. Los demócratas conservan la mayoría en el Senado, su presidente y candidato saliente ha derrotado en su estado a una de las estrellas del Tea Party, y por tanto cada partido retiene la mayoría de una de las cámaras del Congreso. Equilibrio entre ambas cámaras y entre Ejecutivo y Legislativo; a la tradición norteamericana le encanta este sistema dechecks and balancesentre instituciones. Y en EEUU el Senado es muy importante. Su intervención es crucial no solo en temas legislativos ordinarios, sino también en materia de política exterior, de nombramientos de altos cargos y de seguridad nacional.

El impacto de la crisis

Todo parece indicar que ha sido sobre todo la crisis económica, originada no por la Administración deObamani bajo su mandato (¡tomó posesión en enero de 2009!), el tema más transversal de este movimiento de fondo a favor de la oposición, y ello no solo sucede en EEUU. El Gobierno es culpable (es decir, percibido como tal por el público) hasta de la lluvia si las cosas pintan mal. Pero el sistema político de EEUU es muy vital, y la cultura cívica de la sociedad norteamericana es muy pragmática. La advertencia ha sido clara, pero limitada o autolimitada por los propios votantes.

Los demócratas ganan por ejemplo en California, y ese estado es el vivero más grande de los grandes electores en las futuras presidenciales, pero la legalización de la marihuana no ha prosperado. Algunas estrellas del Tea Party han sido elegidas, pero otras han sido derrotadas por candidatos de perfil demócrata tradicional, de modo que se consolida como un grupo de presión sobre todo dentro del partido republicano, pero cara a un candidato fuerte para las presidenciales de 2012, de momento es más bien un problema. En otras palabras, ahora el Ejecutivo y el Legislativo van a renegociar la agenda, pero que nadie crea que el presidente ha quedado atado de pies y manos. Su problema estratégico es cómo recuperar en el 2012 el voto joven y de minorías que en el 2008 le dio un apoyo decisivo.