Al menos 20 refugiados mueren asfixiados en un camión en Austria

Unos forenses inspeccionan el camión donde fueron hallados los cadáveres.

Unos forenses inspeccionan el camión donde fueron hallados los cadáveres.

CARLES PLANAS BOU / BERLÍN

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La tragedia de los refugiados sigue alcanzando cotas dramáticas. Ayer, la policía encontró hasta 50 personas muertas en el interior del remolque de un camión-frigorífico abandonado en Austria, en una autopista a pocos kilómetros de la frontera con Hungría. El director de la policía, Hans Peter Doskozil, aseguró que había al menos 20 cadáveres pero que «la cifra podría ascender hasta 40 o 50», todos ellos muertos a causa de la asfixia. Según informó el diario Krone, el vehículo con matrícula húngara fue encontrado entre la localidad de Parndorf, en el estado de Burgenald, y el lago Neusiedl.

La ministra del Interior austriaca, Johanna Mikl-Leiner, aseguró que el incidente suponía un «día negro» y apuntó directamente a los traficantes de personas, de quien dijo que son «criminales» que deberían estar «entre rejas». La mandataria alertó del peligro de no actuar ante la crisis de refugiados. «Esta es una señal para que Europa actúe tan rápido como sea posible», sentenció.

La tragedia sacudió la cumbre migratoria de los Balcanes celebrada en Viena, a tan solo 50 kilómetros del lugar de los hechos. Desde allí, la cancillera Angela Merkel hizo un llamamiento a la solidaridad ante la gravedad de la situación. «Eso nos recuerda que debemos afrontar el problema rápidamente y encontrar soluciones», advirtió la líder del Ejecutivo alemán. Actualmente, hay tantos refugiados en el mundo como durante el final de la segunda guerra mundial. «Los ojos del mundo están fijados en nosotros», remarcó Merkel.

Según Doskozil, el camión llamó la atención de los agentes porque llevaba horas aparcado en el arcén, lo que indica que los refugiados podrían llevar muertos desde el miércoles. La policía ha puesto en marcha un operativo para dar con el conductor del vehículo, de quién no se tiene ningún rastro. Tampoco se conocen la identidad ni la nacionalidad de las personas muertas.

Es la segunda vez en los últimos dos días que se repite un episodio en que decenas de migrantes mueren asfixiados tratando de llegar a las costas europeas o de entrar al espacio Schengen. El pasado miércoles, cerca de 54 refugiados fueron hallados muertos en la bodega de un barco que había salido de Libia en dirección a Italia. Las bodegas es donde viajan aquellos que tienen menos dinero para pagarse su llegada a Europa y también es uno de los sitios más peligrosos del barco. Para muchos, el viaje hacia un lugar de ensueño se convierte en una pesadilla que acaban pagando con su vida.

DESESPERACIÓN DE LOS AFECTADOS

DESESPERACIÓN DE LOS AFECTADOSAmbos casos muestran la desesperación de estas personas por huir de sus países de origen, asolados por las guerras, los conflictos y la pobreza. Prueba de ello es que el martes la policía localizó otros 34 refugiados que eran transportados en furgonetas y camiones. Entre ellos había 10 niños que viajaban para cubrir el tramo que separa Serbia y Austria y que traviesa Hungría, uno de los países más afectados por la crisis migratoria. Los supervivientes contaron que «apenas tenían aire para respirar» en la parte trasera del vehículo y que el conductor ignoró sus ruegos.

En las últimas semanas, países como Macedonia y Serbia se han visto desbordados por la ola de refugiados que llega al continente europeo. El pasado fin de semana, hasta 7.000 personas cruzaron la frontera que separa estos dos países y dejaron imágenes que hacía décadas que no se veían en Europa. En lo que va de año, Hungría ha recibido a más de 130.000 refugiados. Aunque la mayoría de ellos huyen a países más prósperos de la Unión Europea, la cifra da una imagen aproximada del enorme éxodo que se está produciendo.

La mayoría de los migrantes proviene de países de África y Oriente Próximo como Siria, Afganistán y Pakistán y tratan de entrar en espacio Schengen, donde existe la libre circulación europea. Muchos se dirigen después hacia el norte de Europa, sobre todo a Alemania y Suecia. Su aspiración es que allí se les de el permiso de asilo y puedan empezar una nueva vida.