CLAUSURA DEL CONGRESO 'TORY'

May fija el control de la inmigración como prioridad en las negociaciones del 'brexit'

Los conservadores británicos endurecen su discurso sobre los extranjeros cara al pulso con la UE y a captar votantes del xenófobo UKIP

May, en la clausura de la conferencia 'tory'.

May, en la clausura de la conferencia 'tory'. / periodico

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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El Gobierno británico no hará concesiones en el control de la entrada de extranjeros en el Reino Unido a la hora de negociar el ‘brexit’ con Bruselas. ”No vamos a dejar la Unión Europea para seguir sin poder controlar la inmigración y no nos marchamos para retornar a la jurisdicción del Tribunal Europeo de Justicia”, ha declarado este miércoles la primera ministraTheresa May, en el discurso de clausura de la conferencia del Partido Conservador en Birmingham. May ha advertido que esas negociaciones serán “duras” y requerirán “ceder y tomar”.

La intervención de la líder 'tory' estuvo precedida de una polémica sobre unas declaraciones de la ministra del InteriorAmber Rudd, el día anterior. Rudd planteó forzar a las empresas a publicar el número de trabajadores extranjeros que emplean. De esa forma, indicó, se evitaría que los extranjeros ocuparan puestos de trabajo que puedan ejercer los británicos. "Nos tenemos que asegurar de que la gente que viene cubre huecos en el mercado laboral, en lugar de quitar trabajos que pueden hacer los británicos", dijo.

MARCHA ATRÁS

La idea de hacer más difícil la contratación de extranjeros fue tachada de xenófoba y condenada por la oposición y la patronal. “Muchos negocios se sentirían mal si tener una fuerza laboral global se viera como una especie de distintivo vergonzoso”, afirmó Adam Marshall, de las Cámaras de Comercio británicas. Rudd también propuso la reducción de visados para estudiantes extranjeros. Horas más tarde la ministra dio marcha atrás.  “No es algo que vayamos a hacer de manera definitiva”, afirmó

El titular de Sanidad, Jeremy Hunt, defendió la reducción del número de extranjeros que trabajan en la sanidad pública. El ministro de Comercio Internacional, Liam Fox, uno de los negociadores del ‘brexit’, se negó a garantizar los futuros derechos de los casi tres millones de ciudadanos europeos que residen en el Reino Unido. “Es una de nuestras principales bazas en las futuras negociaciones”, señaló.  “Es como si nos hubiéramos despertado con un Gobierno del UKIP”, declaró la líder del SNP (nacionalistas escoceses), Nicola Sturgeon.

La ambición de May es sin duda captar a los votantes de un UKIP en plena crisisUKIP , pero también a los laboristas descontentos. Por eso presentó su “visión” de los conservadores como un “un nuevo centro de la política británica”, preocupado por los problemas “de la clase trabajadora”.