RELEVO EN ARGENTINA

La hora de los "Newman boys" en Argentina

Macri situárá en el Gobierno a varios de sus compañeros de un selecto colegio religioso de Buenos Aires

Mauricio Macri, durante la conferencia de prensa de ayer en Buenos Aires.

Mauricio Macri, durante la conferencia de prensa de ayer en Buenos Aires.

ABEL GILBERT / BUENOS AIRES

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Amigos de toda la vida. Los chicos del selecto colegio Cardenal Newman se sienten parte de una cofradía duradera. El próximo presidente argentino, Mauricio Macri, es uno de ellos. Alguien que no olvida sus días de iniciación con la vista en el crucifijo colgado en la pared del aula. Y por eso, el 10 de diciembre, cuando asuma la jefatura del Estado, estará acompañado en el Gobierno por varios exalumnos.

La éllite argentina se formó en el Colegio Nacional de Buenos Aires. A fines del siglo XIX, el escritor Miguel Cané relató en forma novelada sus andanzas de estudiante. Cané, el autor de la Ley de Residencia de 1902, que permitía al Gobierno disponer la expulsión de inmigrantes sin juicio previo, fijo en 'Juvenilla' un modo de entender el ascenso social y político desde los claustros. No hay momento de la historia de este país en el que no figure un alumno del Buenos Aires en un primer plano. Axel Kcillof, el ministro de Economía de Cristina Fernández de  Kirchner, es un representante cabal de esa escuela pública.

Pero ahora  viene el tiempo de los “Newman boys”. Macri le contó a Luciana Vázquez, autora del libro 'La educación de los que influyen', hasta qué punto lo marcó el paso por ese colegio ubicado en la periferia bonaerense. Su origen remite a la Irlanda decimonínica.  Allí, un hombre de negocios y arraigada fe anglicana sentó las bases de los Hermanos Cristianos. Su principal objetivo era educar a niños desprotegidos. En 1948 llegaron a Argentina y pronto se interesaron en los más ricos. Un año más tarde, Franco Macri descendía de un barco en Buenos Aires. Venía sin un centavo. Cuando envió a Mauricio a la escuela, la vida económica ya le sonreía. El futuro presidente se forjó en medio de una “disciplina muy severa”, con curas de “mucha personalidad” y un estilo de conducción que “unía” a los alumnos “para protegerse”. Entre sermones y glosas bíblicas, siempre llegaba el azote. Los curas te fajaban (pegaban)”, evocó Macri. El líder de la coalición de centro derecha Cambiemos no tiene un recuerdo completamente amargo de esos años. “Los curas eran de transmitirte valores, la verdad, no mentir, la lealtad”, afirma.

Colegio, rugby, golf y negocios

El recuerdo del escritor Juan Forn de su experiencia escolar es otro. “Los Newman Boys van juntos al colegio y a la universidad, juegan al rugby juntos y después al golf, se casan y tienen hijos juntos y hasta se separan juntos (son de casarse por segunda vez con la ex de un Newman), viven juntos y veranean juntos, y por supuesto hacen negocios juntos, y mandan a sus hijos al Colegio Newman y los fines de semana van al Club Newman a mamar el espíritu Newman encarnado en la jornada de rugby dominical”. Forn cree que, en esa escuela, Macri “se volvió mucho más hijo del Newman que hijo de su padre”. Ahí empezó el distanciamiento.

Alfonso Prat Gay, el muy posible ministro de Economía, es uno de sus regresados en este equivalente del madrileño colegio Nuestra Señora del Pilar. También se educó en sus claustros Rogelio Frigerio, el próximo ministro del Interior. Durante sus ocho años como alcalde capitalino, Macri contó con la colaboración en puestos estratégicos de los exalumnos del Newman Pablo Clusellas, José Torello, Francisco Irarrazábal y Juan Pablo Piccardo. Se da por seguro que lo seguirán acompañando.

 Un gran misterio rodea a la figura de Nicolás Caputo, el gran amigo de Macri en el colegio. Como él, heredó una poderosa empresa constructora de su abuelo italiano. Además de la fraternidad,  Macri y Caputo fueron socios. Al llegar a la alcaldía, Macri lo quiso nombrar como asesor ad honorem. El escándalo lo obligó a desistir. Las empresas de Caputo ganaron muchísimo dinero en estos años en la ciudad de Buenos Aires. Como señaló Forn hace cinco años, a su manera, “los Newman Boys saben de sus limitaciones y, durante años, se mantuvieron acotados a dos rubros: el campo y las finanzas. En ambos casos hicieron lo único que saben hacer, que es hacer plata con plata”. En pocos días les toca días el poder político.