El Estado Islámico se atribuye el ataque contra el complejo hotelero de Manila

El atacante se quemó vivo en el interior de una habitación

ADRIÁN FONCILLAS / PEKÍN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Un confuso ataque en un casino de Manila ha dejado decenas de muertos en una semana que Filipinas tardará en olvidar. Al  menos 36 cadáveres han sido encontrados ya en las instalaciones del calcinado casino. La tesis de un robo chapucero se impone en las últimas horas a la de otro ataque terrorista yihadista. Todo apuntaba al principio hacia el Estado Islámico, que en el sur del país continúa luchando contra el Ejército en batallas callejeras que han dejado ya 170 muertos. De hecho, este viernes al mediodía, Amaq, la agencia de noticias oficial del EI, se ha atribuido el ataque en un comunicado.

El incidente empezó sobre la medianoche local cuando un hombre enmascarado y armado con un rifle de asalto irrumpió en el Casino Resorts World, cercano al aeropuerto de la capital. El hombre disparó contra una gran pantalla de televisión y prendió fuego a las mesas de juego tras rociarlas con gasolina, según la prensa local. Después se dirigió al cuarto donde se guardan las fichas, volvió a disparar y llenó una bolsa con ellas por valor de unos dos millones de euros antes de huir hacia los pisos superiores. La caza policial ha terminado a primera hora de la mañana cuando el hombre ha sido encontrado carbonizado sobre la cama de una habitación. La policía comunicó en principio que había abatido al atacante y después aclaró que este se había envuelto en una sábana, rociado en gasolina y prendido fuego.

CIERRE DE LA TERMINAL DE UN AEROPUERTO

Las víctimas murieron por asfixia en el incendio o aplastadas en las avalanchas para abandonar el local. Varias decenas de heridos, algunos en estado grave, han sido trasladados a los hospitales. El país ha vivido otra madrugada aterrado y aturdido, pegado a la televisión que ofrecía imágenes del fuego y el humo y testimonios que describían los disparos y el caos. La inmediata asunción de que detrás estaba el ISIS aconsejó el cierre de una terminal del aeropuerto internacional.

La policía asegura que el hombre era extranjero, aparentemente caucásico, y que actuó solo. Aún no ha sido identificado. “Por ahora podemos decir que no es un acto terrorista. No hay elementos de violencia, amenaza o intimidación que conduzcan hacia el terrorismo”, ha dicho esta mañana el jefe policial, Ronald dela Rosa. El atacante no disparó contra ninguna persona, ha subrayado.

PÉSAME DE TRUMP

Los indicios contrarios se habían acumulado desde el inicio del ataque. Un grupo presuntamente vinculado al ISIS se responsabilizó de los hechos horas después y el presidente estadounidense, Donald Trump, mandó su pésame a las víctimas del último atentado “terrorista”. La psicosis actual explica el presunto malentendido. “Estaba a punto de regresar al segundo piso después de mi descanso cuando vi a la gente corriendo. Algunos clientes del hotel dijeron que alguien gritó ¿ISIS¿”, ha recordado Maricel Navaro, empleada del casino Resorts World, a la radio local DZMM. “Cuando percibimos el humo, decidimos huir a través del aparcamiento. Antes de salir, escuchamos dos disparos y vimos un humo muy denso en la planta baja”, ha añadido.

La tragedia en el casino apuntala una semana dura en el país asiático. A unos 800 kilómetros al sur, el Ejército aún no ha podido reducir a los centenares de militantes islamistas que ocho días atrás asaltaron la ciudad de Malawi. Los enfrentamientos, que se suceden casa por casa y calle por calle, han dejado ya 171 muertos. La revuelta empezó cuando los militares intentaron capturar a un líder vinculado al ISIS y este pidió ayuda a los militantes de la zona. La batalla de Marawi ha forzado al presidente, Rodrigo Duterte, a aprobar la Ley Marcial en toda la isla de Mindanao, de mayoría musulmana.