DE BARCELONA A PARÍS

Manuel Valls, un 'outsider' catalán en el Gobierno de Francia

El ministro del Interior de Hollande tiene un discurso firme sobre seguridad alejado de las tesis tradicionales de la izquierda

Manuel Valls, en París el día siguiente de la victoria electoral de Hollande.

Manuel Valls, en París el día siguiente de la victoria electoral de Hollande. / JPP/saa/DA

ELIANNE ROS / París

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Nacido enBarcelona hace 49 años,Manuel Valls es unoutsider que ha sabido hacerse imprescindible en el equipo deHollande. Su brillante labor al frente de la comunicación de la campaña socialista le ha valido una cartera que le va como anillo al dedo:Interior.

Diputado y alcalde deEvry, ciudad multiétnica de labanlieue de París, su discurso firme y desacomplejado sobre la seguridad rompe con la tradición de la izquierda en este terreno. Ideológicamente a la derecha del partido, su perfil dinámico e innovador sedujo aSarkozy, que llegó a ofrecerle un ministerio.

Pero él lo rechazó. Después de haber formado parte del equipo deSégolène Royal en las presidenciales del 2007, en las primarias para elegir el candidato del 2012 se alineó inicialmente conDominique Strauss-Kahn. Cuando este cayó víctima de su pulsión sexual,Valls decidió optar a la candidatura. La campaña de las primarias permitió a este antiguo portavoz del exprimer ministroLionel Jospin dar el salto a la primera línea y ser conocido por el gran público.

Hijo del pintor catalánXavier Valls y de una suiza-italiana, es uno de los pocos diputados naturalizados enFrancia. Orgulloso de sus orígenes, reivindica su "doble cultura", aunque se identifica con los valores que le inculcaron en la escuela de la República. Político hábil, se recolocó rápidamente en el núcleo duro de la campaña deHollande. Las lenguas más viperinas atribuyen su éxito a su excelente relación con la compañera del nuevo presidente francés,Valérie Trierweiler.