PUNTO FINAL A UN LARGO PROCESO EN EEUU

Manning, condenado a 35 años por las filtraciones a Wikileaks

Manning (centro) llega a los juzgados de Fort George G. Meade (Maryland) para escuchar su sentencia, ayer.

Manning (centro) llega a los juzgados de Fort George G. Meade (Maryland) para escuchar su sentencia, ayer.

RICARDO MIR DE FRANCIA
WASHINGTON

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Tras algo más de año y medio de proceso judicial, celebrado a puerta cerrada con muchas restricciones para la prensa, el soldado Bradley Manning fue condenado ayer a 35 años de prisión por filtrar más de 700.000 documentos clasificados a Wikileaks. La sentencia es un duro varapalo para los defensores de la transparencia, la prensa y sus fuentes, a pesar de que el exanalista de inteligencia se enfrentaba a una pena máxima de 90 años de cárcel. Manning podrá solicitar la libertad condicional después de haber cumplido un tercio de la pena, es decir, casi 12 años. A esa cifra tendrá que descontarle 1.293 días por el tiempo que lleva en prisión y por el maltrato que sufrió durante su aislamiento solitario en la base de Quantico (Virginia).

La sentencia final se queda casi medio camino de lo solicitado por la fiscalía en representación de la Administración Obama. La semana pasada reclamó una condena de 60 años para Manning, tras acusarle de haber traicionado al país y exhortar que pasase prácticamente el resto de sus días entre rejas. «Hay valor en la disuasión, señoría. Este tribunal debe enviar un mensaje a cualquier soldado que esté contemplando el robo de información clasificada», dijo durante los alegatos finales el fiscal, el coronel Joe Morrow.

El joven de Oklahoma ya fue declarado culpable el mes pasado de una veintena de cargos, incluidas varias violaciones de la ley de espionaje de 1917 y el robo de propiedad gubernamental. El tribunal le exoneró de la imputación más grave de la fiscalía, «ayudar al enemigo», cargo que le podría haber costado la pena de muerte. Ahora Manning tiene todavía la posibilidad de recurrir ante un tribunal militar de apelaciones.

INTELIGENCIA/ Manning empezó a entregar material a Wikileaks en febrero del 2010, tres meses antes de ser detenido y tras contactar aparentemente con Julian Assange. Primero entregó los llamados diarios de las guerras de Irak y Afganistán, miles de partes militares que detallan la manera de actuar del Ejército en ambos países. Más tarde llegarían los informes de inteligencia sobre los presos de Guantánamo, el vídeoAsesinato Colateraly los cables diplomáticos del departamento de Estado.

Manning ha defendido que su intención fue abrir un debate sobre los costes de la guerra y la política exterior de EEUU. Presentado como un idealista que creyó que podría contribuir a mejorar el mundo con sus revelaciones, la defensa mantuvo que el Ejército debería haberlo licenciado al constatar su inestabilidad mental. Manning padece un trastorno de género y protagonizó varios incidentes hasta que fue detenido en mayo del 2010.

En sus alegatos finales, el soldado -homosexual e hijo de padres alcohólicos- pidió perdón por «herir a la gente y dañar a EEUU», en un gesto de arrepentimiento. Pese al volumen de sus filtraciones, los 720.000 archivos aireados por Manning no representan ni el 1% de los 77 millones que EEUU clasificó en el 2010.