ELECCIONES LEGISLATIVAS EN VENEZUELA

Hacia el choque de trenes en Venezuela

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, en la tumba de Hugo Chavez rodeado de militares.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, en la tumba de Hugo Chavez rodeado de militares. / periodico

ABEL GILBERT / BUENOS AIRES

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En la Venezuela monocolor comienza a coexistir un doble poder político que invita a recorrer dos caminos: el de un consenso mínimo que garantice la gobernabilidad o el del choque entre la oposición, con mayoría cualificada en el Congreso, y un Gobierno, el del presidente Nicolás Maduro, que se resiste a entender la realidad de fuerzas posterior a las elecciones del 6-D.

Han cambiado las reglas del juego en Venezuela desde que se confirmara que la Mesa de Unidad Democrática (MUD, tras sumar los dos últimos escaños en disputa, tiene 112 de los 167.La oposición, pues, se ha hecho con los dos tercios del Parlamento, lo que equivale a un doble poder. La Asamblea Nacional podrá modificar leyes orgánicas, convocar una Asamblea Constituyente, designar a los integrantes del Consejo Nacional Electoral y cambiar miembros del Tribunal Supremo. 

El presidente Nicolás Maduro les pidió la renuncia a sus colaboradores para “renovar” el Gobierno. Anunció a su vez leyes que protegerán la estabilidad laboral. Pero luego dijo que los bolivarianos fueron víctimas de campañas de sabotaje, “una guerra total”, y dejó entrever en ese sentido que la contienda en la que el chavismo fue derrotado es de dudosa legitimidad política. “Ganaron los malos: reflexionen los que creyeron que eso era una solución”. Le llegó el turno, en su mensaje, de mostrarse fuerte, o simular serlo y por eso advirtió que no “aceptará” una ley de amnistía para liberar opositores presos tras las protestas de 2014 que dejaron 43 muertos.

"UNA CONTRARREVOLUCIÓN"

Según Maduro, esa iniciativa de la MUD es una muestra de que el domingo tuvo lugar en Venezuela “una contrarrevolución”. Con el ceño fruncido, los hombros tensos y mirando hacia la cámara como si delante suyo estuviera un rival imaginario, subrayó: “Aquí se violaron los derechos humanos. Me pueden enviar mil leyes, pero los asesinos del pueblo, que dejaron muchachos sin padres, sin madres, que dejaron viudas, se quedan". Como era de suponer, el secretario general de Acción Democrática y posible presidente de la Asamblea, Henry Ramos Allup, indicó que el presidente no está en condiciones de mostrar semejante intransigencia.

De acuerdo con el doctor en derecho José Ignacio Hernández, Maduro no puede impedir la promulgación de una ley de amnistía ni de ninguna otra ley dictada por la Asamblea Nacional. La Constitución es clara: una vez que la legislatura aprueba una norma, el presidente la recibe. Puede formular observaciones y el Congreso tiene la potestad para considerarlas o no pertinentes. Cuando remita de nuevo el texto aprobado al jefe de Estado, este solo tiene una alternativa: promulgarlo. Si se niega, el Congreso puedo hacerlo por sus propios medios.

El presidente, no obstante, puede considerar que esa ley vulnera la Carta Magna y pedir el pronunciamiento de la Sala Constitucional. En cuando a la ley de amnistía, la única forma de declararla nula es que sus beneficiaros hubieran cometido delitos de lesa humanidad. Ninguno de los opositores presos enfrentan un cargo de esa naturaleza.

La eventual disputa en torno a este proyecto augura el tenor de las tensiones por venir. La MUD, por su condición de mayoría calificada en la Asamblea, tiene otros temas más sensibles en mira: la posibilidad de convocar a una Asamblea Constituyente y, quizá, someter la continuidad de Maduro a una consulta revocatoria.

EL PAPEL DEL EJÉRCITO

Mientras Maduro exhortó a fortalecer  la alianza “cívico militar”,  la MUD ha sido sumamente cautelosa al hablar de las Fuerzas Amadas. Incluso ponderó su papel como garante de la tranquilidad durante las elecciones. En este contexto, el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, se vio obligado a desmentir el haber presionado a la CNE para que acelere la divulgación de los datos de los comicios. El chavismo no está dispuesto a mostrar en este momento una fisura en un frente tan delicado como el castrense.

Diosdado Cabello, el número dos del Gobierno, y además presidente del Congreso saliente y referente del Ejército, dijo: “Cuando aquí ocurra algo, Vladimir Padrino y yo estaremos uno al lado del otro defendiendo la revolución”. 

La MUD, entre tanto, hace esfuerzo por no exhibir grietas entre quienes quieren ir a por “todo” y aquellos que tratan de no pisar en falso. Jesús "Chuo" Torrealba, su secretario ejecutivo, ha descubierto lo evidente: “No es lo mismo unirse para resistir, que unirse para gobernar. Una cosa es un voto de confianza y otra distinta es un cheque en blanco”.