Crisis económica ARGENTINA

Macri encaja su cuarta huelga general y la dimisión del presidente del Banco Central

Uno de los mercadillos callejeros que ha proliferado en Argentina con la crisis .

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Abel Gilbert

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El movimiento obrero argentino llevó a cabo este martes su cuarta huelga general contra la política económica y social del Gobierno de Mauricio Macri, que ha seguido el impacto desde Nueva York, donde se encuentra con motivo de la Asamblea General de Naciones Unidas. Las imágenes de los grandes centros urbanos con sus calles vacías, sin gente ni transporte, han sido elocuentes. Macri, sin embargo, ha encontrado una compensación política, al ser galardonado por la fundación Atlantic Council y hasta ha bailado con su directora ejecutiva.  Luego ha reconocido haber tenido "un flechazo" con Christine Lagarde, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI). "“Hemos empezado una gran relación, que espero que termine con toda la Argentina enamorada de Christine", ha asegurado. Macri necesita de Estados Unidos y de la comunidad financiera  para que el país no vuelva a caer en una suspensión de pagos de su deuda externa.

Pero en Argentina, el rechazo al FMI se ha hecho patente durante la protesta, que ha empezado con una manifestación que ha reunido a medio millón de personas en el centro de la ciudad de Buenos Aires. "No alcanza con una huelga, o se cae este modelo económico o estos tipos dejan el Gobierno", ha dicho a la multitud Pablo Micheli, sindicalista que representa a los funcionarios.

Las facciones irreconciliables del movimiento sindical, los peronistas y la izquierda, se han unido por el rechazo que provocan los efectos del giro neoliberal emprendido en marcha en diciembre del 2015. El FMI ha entregado a Argentina un crédito de unos 55.000 millones de dólares y el Gobierno se ha comprometido a alcanzar un déficit cero del gasto público. Para lograr esa meta, el Gobierno ha pulverizado los ministerios de Cultura, Salud, Trabajo y Ciencia.

Deterioro general

La nueva protesta tiene lugar en el peor momento de la gestión de Macri. Con excepción de Venezuela,  Argentina sufrió en el 2018 la mayor devaluación monetaria del mundo, superior al 100%. El presidente perdió este año 20 puntos de popularidad y se encuentra en el 35%. Los números de la economía explican las razones del descontento. La agencia de calificación estadounidense Fitch Ratings proyectó una caída del PIB del 2,5% en el 2018. Solo  este año el salario ya ha perdido un 10% de su capacidad de compra.

Las tarifas de la luz, el gas, el agua y el transporte públicos se han incrementado entre el 300% y el 1.000%. El paro ha llegado al 9,6%, la cifra más alta de los últimos 10 años. El PIB per cápita será a finales de este año equivalente al del 2008. Y Argentina cerrará el año con una inflación cercana del 50% como consecuencia del hundimiento del peso. 

"Si no hay un cambio del rumbo económico esto se va a volver a repetir, va a seguir el conflicto", ha augurado el dirigente sindical Juan Carlos Schmid. Con la huelga como telón de fondo, Luis Caputo, amigo personal de Macri, ha dimitido este martes como presidente del Banco Central (BCRA), mientras el precio del dólar subía un 2,4%. Cada vez que eso ocurre, millones de argentinos se asustan y temen algo peor.