TRAGEDIA EN EL ATLÁNTICO SUR

Macri descabeza la cúpula de la Armada por lo ocurrido con el submarino

Los familiares de los 44 tripulantes del 'ARA San Juan' piden al Gobierno argentino que no cese la búsqueda del sumergible desaparecido

Familiares de los tripulantes del submarino 'ARA San Juan' piden que no se olvide a sus tripulantes, en una manifestación en Buenos Aires, el 15 de diciembre.

Familiares de los tripulantes del submarino 'ARA San Juan' piden que no se olvide a sus tripulantes, en una manifestación en Buenos Aires, el 15 de diciembre. / periodico

Abel Gilbert

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Un mes después de que el 'ARA San Juan' perdiera contacto con su base en la ciudad de Mar del Plata y se lo tragara el mar, el ministro de Defensa argentino, Oscar Aguad, cortó la cabeza de la cúpula de la Armada. Aguad, fuertemente criticado por los familiares de los 44 tripulantes, le pidió el pase a retiro al almirante Marcelo Srur, jefe de la institución naval.

El ministro fue en los hechos el brazo ejecutor de Mauricio Macri. El presidente ha evitado hablar de la muerte de los submarinistas. Tampoco ordenó el duelo nacional. La cuestión sobre la suerte fatal de los 43 hombres y la oficial ha quedado dicha a medias y con sobreentendidos. En ese contexto, Aguad tomó la decisión de desplazar a Srur. Sobre sus espaldas cargó la responsabilidad de la tragedia en el Atlántico Sur.

Para el Gobierno, el entonces jefe de la Armada no manejó la crisis con profesionalidad y además escondió información sensible a las autoridades políticas, entre otras las relacionadas con las condiciones del submarino. No solo Srur ha caído en desgracia. Para las próximas horas se espera una purga mayor y el nombre del nuevo conductor de la Armada.

Informe secreto

El 15 de noviembre pasado, la base de Mar del Plata, unos 400 kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires, tuvo la penúltima comunicación con el 'ARA San Juan'. De inmediato, el capitán de navío Claudio Villamide -comandante de la Fuerza de Submarinos- escribió un informe a sus superiores que parecía decirlo todo: “Ingreso de agua de mar por sistema de ventilación al tanque de baterías N°3 ocasionó cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barras de baterías. Baterías de proa fuera de servicio. Al momento en inmersión propulsando con circuito dividido. Sin novedades de personal mantendré informado”.

Ese texto fue conocido por el Ministerio de Defensa una vez que la crisis se había desatado con final previsible. Cuando Macri quiso saber personalmente qué estaba pasando, la cúpula naval lo tranquilizó diciendo que el problema estaba bajo control. “El jefe de la Armada omitió exhibirle al presidente ese informe secreto”, señaló el portal Infobae.

Tareas de rescate

En este contexto, los esfuerzos por encontrar al sumergible se han reducido de manera ostensible. El desastre ha sido desplazado de los primeros planos políticos por otras urgencias. Los familiares de los tripulantes pidieron no obstante que el Gobierno redoble otra vez las tareas de rescate de la unidad. “De acá no nos vamos con las manos vacías”, aseguraron en las puertas de la base de Mar del Plata Miguel y Nicolás Nolasco, padre de Luis, uno de los tripulantes del submarino. Como otros, llevan más de cuatro semanas ahí instalados. Y esperan un gesto del Estado que no llega.

El rescatista oceánico de Estados Unidos Tom Dettweiler, de la empresa Nauticos Corp, ha sido claro en su hipótesis: “Del 'ARA San Juan' puede no haber quedado nada”. En declaraciones al diario 'Clarín', se apoyó en su experiencia personal para dar semejante cuadro de situación. Dettweiler fue uno de los que en 1999 halló a 3.000 metros de profundidad al submarino israelí 'INS Dakar', perdido 31 años. También encontró en 1995 al submarino japonés 'I-52', hundido en 1944, a 5.200 metros. Pero, sobre todo, su nombre tiene aristas legendarias al haber encontrado en el Atlántico Norte, a 3.281 metros, nada menos que al 'Titanic'.