ELECCIONES PRESIDENCIALES

Lyón, capital de la macronía

Mitin de Macron en Lyon.

Mitin de Macron en Lyon. / periodico

MARTA LÓPEZ / LYÓN

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El miércoles a media tarde, junto a la estación ferroviaria de Part Dieu, en Lyón, Ilias y otros tres jóvenes reparten folletos pidiendo el voto para Emmanuel Macron. Hasta 100.000 se habrán distribuido en la ciudad entre las dos vueltas electorales. Como ellos, otros equipos de En Marche! peinan a diario la metrópolis –la tercera de Francia después de París y Marsella- en una batalla de la que se saben ganadores. Macron sacó aquí en la primera vuelta el 30,31% de los votos, seis puntos más que la media nacional. Marine Le Pen arañó en el 8,8%.

Pero algo más le debe Macron a Lyón que esos cientos de miles de votos. Fue en la ciudad bañada por el Ródano y el Saona donde empezó a tomar forma la aventura política que le ha catapultado en solo un año a las puertas del Elíseo. Aquí, en la universidad de verano del 2015, coincidió con el alcalde socialista de la ciudad, Gérard Collomb -al igual que él otro espíritu libre en el partido de François Hollande-, que se convirtió en el primer cargo público que le ofreció su apoyo cuando En Marche! no existía y Macron aún ocupaba el Ministerio de Economía.

“Nos hizo un discurso extraordinario sobre la forma en que estaba cambiando el mundo”, recuerda aún Collomb, que desde entonces puso toda la maquinaria del partido socialista local al servicio esa nueva figura que emergía con fuerza. Personalmente, se ocupó de recoger las 500 firmas de cargos públicos para facilitar su candidatura al Elíseo. El pasado 4 de febrero, el alcalde le regaló un gran mitin en el palacio de deportes de Gertland.

TRANSVERSALIDAD E ILUSIÓN

Los ‘marchants’ –la armada de voluntarios sobre la que descansa la conquista de Macron del Elíseo- han hecho el resto: puerta a puerta, conferencias, debates, reparto de folletos. Múltiples y pequeños actos diarios de una campaña inspirada en el movimiento ciudadano que llevó a Barack Obama a la presidencia de EEUU en el 2008.

"No somos de izquierdas o de derechas. Estamos con Macron, que une y no divide", afirma una joven que se acerca a recoger un folleto que enumera "seis razones" para votar al candidato de En Marche!. Con menos entusiasmo, Olivier confiesa que no le votó en la primera vuelta y que lo hará ahora, con la esperanza de que sea "un buen presidente" que gobierne para las clases medias.

Clases medias urbanas y formadas en las que Macron tiene su principal caladero de votos. Un estudio del Centro de Investigaciones de Ciencia Política (Cevipof) publicado este miércoles por el diario 'Le Monde' daba las claves del perfil del votante de Macron: es el favorito entre jóvenes urbanos formados (60%), entre los estudiantes (70%), entre los cuadros superiores y profesiones intermedias (74% y 67%) respectivamente, las mujeres (62%), los pensionistas (65%). Pero su voto es ante todo un voto metropolitano: consigue el 64% de los sufragios en las ciudades de más de 200.000 habitantes.

Por sus características y de la mano del alcalde Collomb, Lyón se ha erigido así en la capital de la macronía. Dinámica, vibrante y abierta como el propio candidato. Primer polo industrial de Francia, sede de numeras farmaceúticas y de cinco universidades que atraen a estudiantes de todo el país y de Europa, su nuevo barrio de negocios La Confluence es el faro de la renovación urbanística. Nacido hace casi una década en la que fue una deteriorada zona industrial, se asientan allí ahora las nuevas starts-up tecnológicas de la ciudad, un nudo de comunicaciones, a dos horas de París en alta velocidad, a poco más de una hora por carretera de Ginebra.

LOS 250.000 'MARCHANTS'

"Su juventud, su pragmatismo, su idea de renovación”, es lo que destaca de Macron Ilias. Este joven de 19 decidió en julio del 2016 dar un salto en su vida de estudiante y pasó a formar parte del movimiento Jóvenes con Macron. Ahora ya pertenece a En Marche!, y colabora con el comité local del Distrito Tercero de Lyón. Es uno de los 250.000 ‘marchants’ franceses, repartidos en los más de 4.000 comités locales, una estructura horizontal y de base que les ha permitido multiplicar su presencia en campaña, con la organización de hasta 1.000 pequeños actos al día, presumen.

La idea de la renovación es la que más destacan otros simpatizantes de Macron. Como Nicole, que a las puertas de la Universidad Católica de Lyon, insiste en que “hay que cambiar, renovar”, confiada en que Macron “hará una Europa más fuerte, más justa” y esto será bueno para los jóvenes como ella. De “reconstrucción”, prefiere hablar Olivia, una mujer de treinta y pocos, de la misma generación que Macron (39 años), que descansa en una terraza de una de las calles comerciales que desembocan en la inmensa plaza Bellecour.

Dos centenares de ultraderechistas

En esa misma plaza fue donde el martes una decena de militantes del  movimiento “Todo menos Macron” desplegaron una pancarta con ese eslogan contra el candidato. Los organizadores habían prometido una gran “manifestación nacional” y fueron solo 200 personas, representantes de las familias de la derecha radical y la ultraderecha, las que pidieron vetar el paso a la “mayor estafa de la historia”.

Un discurso que no cuaja en la ciudad cosmopolita y abierta en la que el candidato de En Marche! ha conseguido federar el voto de izquierdas y derechas en un espacio de centro, alrededor de un discurso europeísta y de apertura al mundo. Lyón ciudad en la que empezó todo de la mano de un alcalde visionario. Un mentor que es posible que también ahora dé el salto a París, cuando su protegido se instale en el Elíseo.