NUEVO ASESINATO

Los integristas matan a tres vacunadores contra la polio en Pakistán

Dos atentados contra equipos médicos en Karachi obligan a suspender una masiva campaña de vacunación infantil

La madre de uno de los vacunadores asesinados llora desesperada junto al cadáver de su hijo, en la morgue de un hospital de Karachi.

La madre de uno de los vacunadores asesinados llora desesperada junto al cadáver de su hijo, en la morgue de un hospital de Karachi. / periodico

ADRIÁN FONCILLAS / Pekín

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Tres trabajadores de la campaña de vacunación contra la polio han muerto y otros dos han resultado heridos este martes en Pakistán en el último revés para la erradicación de la enfermedad en el país asiático. La policía ha informado de que los atacantes, subidos a motocicletas y con el rostro tapado con cascos, esperaron la llegada de los equipos médicos y abrieron fuego contra ellos en dos incidentes diferentes en el barrio de Qayyumabad de Karachi, la mayor ciudad del este de Pakistán. La campaña ha sido inmediatamente suspendida en la ciudad.

Nadie ha reivindicado el atentado, pero la campaña de vacunación contra la polio es un viejo objetivo de los talibanes. Otros tres trabajadores fueron asesinados a tiros el mes pasado en el noroeste del país a pesar de que la campaña había sido apoyada por un influyente grupo religioso del que se esperaba que tranquilizara a los más extremistas. Las noticias de asesinatos y secuestros en los últimos años del personal médico no son raras. El último atentado llega el día después del inicio de una masiva campaña que iba a inocular la vacuna a 7,6 millones de niños en la provincia de Sindh, de la que Karachi es capital.

El programa contra la polio que la Organización Mundial de la Salud (OMS) empezó en 1994 fue un éxito durante los primeros diez años. La organización daba apoyo técnico y financiero mientras las provincias conseguían el personal. Solo 28 casos se detectaron en el 2005, en comparación con los 91 del 2013. La razón es la desconfianza que despierta en el extremismo religioso desde que el clérigo Maulena Fazlullah empezó a calificar las campañas de vacunación como una conspiración estadounidense para esterilizar a los niños musulmanes y reducir así la población. Esos sermones, emitidos por cadenas de radio, instigaron los primeros ataques al personal.

Acusaciones de espionaje

Las campañas han soportado otras acusaciones posteriores. Por ejemplo, que son utilizadas por potencias extranjeras para el espionaje. El asunto no es demencial: el líder de Al QaedaOsama bin Laden, fue cazado en la ciudad paquistaní de Abbottatad después de que un médico local organizase una falsa campaña de vacunación que dio información valiosa a la CIA.

Los extremistas dificultan la erradicación de una enfermedad que se ha cebado en el país. Solo en Pakistán, Afganistán Nigeria sigue siendo endémica. Pero mientras la OMS ha reconocido los avances en los dos últimos, el cuadro se agrava en Pakistán. Unos días atrás, la misma organización etiquetó a la ciudad de Peshawar (noroeste) como "la mayor reserva mundial" del virus de la polio. El desastre paquistaní contrasta con la vecina India, que recientemente fue declarada libre de la polio tres años después del último caso registrado.