RETOS DE LA UNIÓN

Estas son las cinco opciones que plantea el 'Libro Blanco' de Juncker

Desde un regreso al mercado ciomún hasta un salto federalista

The cover page of the White Paper on the Future of Europe, which will be presented before the European Parliament on Wednesday by the EU Commission President Juncker, is seen in Brussels

The cover page of the White Paper on the Future of Europe, which will be presented before the European Parliament on Wednesday by the EU Commission President Juncker, is seen in Brussels / YH/MDP

SILVIA MARTINEZ / BRUSELAS

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El diagnóstico es rotundo. “Muchos europeos consideran que la Unión es o bien muy distante o bien interfiere demasiado en sus vidas diarias o no cumple con las expectativas”, admite la Comisión Europea en el Libro blanco sobre el futuro de Europa adoptado este miércoles. Ante este escenario y con la vista puesta en la cumbre de Roma del próximo 25 de marzo, que conmemora el 60 aniversario del proyecto común, la comisión de Jean-Claude Juncker propone abrir una vía de reflexión y cinco escenarios posibles para la era post-brexitvía de reflexióncinco escenariosera post-brexit.

Como telón de fondo, una pregunta clave: ¿qué futuro queremos para nosotros, nuestros hijos y la unión para el año 2025?. “Nuestra respuesta no puede ser ni nostálgica ni a corto plazo. Debe ser construida desde una perspectiva común y bajo la convicción compartida de que juntos estaremos mejor”, defiende la Comisión Europea, sin decantarse por una u otra opción, en un documento de 30 páginas que inicia el debate político entre los jefes de estado y de gobierno de la UE.

1-. SEGUIR COMO HASTA AHORA

Mantener el estatus quo o como se dice en la jerga comunitaria “business as usual”. Seguir trabajando en la agenda de reformas actual bajo el mismo proceso de decisión, con una revisión regular de las propuestas y la retirada de aquellas que no se consideren útiles. Esta opción asume que la UE seguirá centrada en el crecimiento y el empleo, el mercado único y el impulso de las inversiones en el mercado digital, el trasporte y las infraestructuras energéticas. Entre los desafíos de este escenario, que puede servir para mantener la unidad a 27 pero no está exento de viejas disputas que complican siempre la toma de decisiones. Por ejemplo, aunque se necesitan mejores en los controles fronterizos, si no hay acuerdo “algunos países podrían potar por mantener sus controles internos”, alerta.

2-. SOLO MERCADO INTERIOR

Limitar la cooperación al mercado interior, muy en la línea de Londres. Si los gobiernos deciden que no tienen ningún apetito en cooperar más en áreas como la inmigración, la seguridad o la defensa, es uno de los potenciales escenarios. Bruselas estará mucho menos presente y el funcionamiento del mercado interior se convertiría en la única razón de ser de la UE a 27. Significa que el proceso de toma de decisiones a nivel europeo sería “más simple de entender pero la capacidad de actuar sería limitada” lo que podría abrir la brecha entre las expectativas y los resultados. En la práctica, por ejemplo, la cooperación económica se vería limitada, no habría política migratoria común, las cuestiones de política exterior tendrían que resolverse a nivel bilateral, el presupuesto comunitario sufría más recortes y el desarrollo de los coches sin conductor podría verse limitado por la falta de estándares comunes.

3-. MÁS COOPERACIÓN PARA LOS QUE DESEEN.

La llamada Europa a varias velocidades. Bajo este escenario, los Estados miembros podrían aliarse en grupos dispuestos a avanzar en ámbitos concretos como la energía, la inmigración, la defensa, la fiscalidad o la seguridad interior bajo “coaliciones de buena voluntad”. Algo así como lo que se ha hecho para el euro o el espacio de libre circulación Schengen donde no todos los Estados miembros participan. La Comisión Europea considera que este escenario obligaría a clarificar “derechos y responsabilidades” aunque los Estados miembros que no participan en las cooperaciones podrían unirse en cualquier momento.

4-. HACER MENOS PERO MÁS EFICAZMENTE.

El cuarto escenario posible aboga por dejar en manos de la UE unas pocas prioridades políticas con unos recursos limitados. Esto permitirá a los 27 actuar “con mucha más rapidez” y de forma “más decisiva” en las áreas en cuestión. Pero significa también renacionalizar determinadas políticas. Por ejemplo, dejar de actuar o hacerlo mucho más limitadamente en algunas áreas donde cumplir con las promesas es más difícil. “Esto incluye el desarrollo, la sanidad púbica o algunos elementos del mercado laboral no vinculados al mercado interior”, expone el informe que sostiene que una mejor división de las responsabilidades ayudaría a los ciudadanos europeos a entender mejor lo que gestiona la UE, y lo que está en manos de los gobiernos nacionales o regionales.

5-. HACER MUCHO MÁS JUNTOS

O dicho de otra forma, dar un salto federalista del que muchos hasta han rehuído totalmente. Es el escenario más integrador con unos Estados miembros que apuestan por compartir más poder, recursos  y decisiones. Bajo esta opción, la UE asume la representación de los 27 en todos los foros comerciales internacionales y el Parlamento Europeo tendría la última palabra en los acuerdos. También se da prioridad a la seguridad y defensa europea, de forma complementaria a la OTAN y la UE seguiría siendo el actor europeo principal en la lucha contra el cambio climático o la ayuda humanitaria. La toma de decisiones sería más rápida aunque parte de la sociedad podría sentir una falta de legimitidad.