GRAN BRETAÑA

Londres pone la alfombra roja a Xi Jinping y abre una nueva era con China

La visita del presidente chino desata la protesta de los grupos de derechos humanos

La reina de Inglaterra, Isabel II, presenta al presidente chino, Xi Jimping, a oficiales y dignatarios británicos.

La reina de Inglaterra, Isabel II, presenta al presidente chino, Xi Jimping, a oficiales y dignatarios británicos. / periodico

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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El Gobierno británico ha recibió este martes con todos los honores, pompa y ceremonial propios de las visitas de Estado al presidente chino Xi Jinping. Una invitación que ha desatado las protestas de los activistas de derechos humanos y de una docena de premios Nobel de la Paz. Eso no evitó que Xi Jinping desfilara en procesión a lo largo del Mall hasta el palacio de Buckingham, aplaudido por varios millares de chinos, o que se dirigiera a los diputados británicos en la Royal Gallery del Palacio de Westminster.

«China y el Reino Unido son cada vez más interdependientes y comparten más intereses comunes», dijo en un discurso en mandarín. El primer ministro británico, David Cameron, habló del inicio de una «era dorada» en las relaciones entre ambos países.

Durante los cuatro días de banquetes, ceremonias y visitas se van a firmar acuerdos comerciales por valor de 30.000 millones de libras (42.000 millones de euros). Según Downing Street, esos contratos significarán «la creación de 3.900 empleos». El más importante de ellos es el más controvertido. Empresas estatales chinas van a participar en el programa de energía nuclear del Reino Unido, incluida la construcción de una planta de energía nuclear en Hinkley Point C, al suroeste de Inglaterra. China tiene también la intención de emitir deuda pública en yuanes desde la City de Londres.

EL MÁS DURO

La visita parece marcar un cambio sustancial en las relaciones entre los dos países, que alcanzaron un punto gélido hace tres años, cuando Cameron recibió al dalái lama en Londres. El primer ministro ya ha dicho que eso no volverá a ocurrir. Los portavoces de Cameron insisten sin embargo en que no eliminará ningún tema en las conversaciones, incluida la terrible situación de los derechos humanos en China. Xi Jinping tiene fama de ser el líder chino más duro y dictatorial desde los tiempos de Mao. Cameron también ha prometido tratar de la siderurgia británica, en un momento en el que el grupo indio Tata acaba de anunciar la supresión de 1.200 empleos en el Reino Unido, poniendo en evidencia el 'dumping' chino.