GUERRA CIVIL EN ORIENTE PRÓXIMO

Arranca en Kazajistán y sin EEUU ni la UE una nueva ronda de conversaciones de paz para Siria

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MARC MARGINEDAS / MOSCÚ

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Con escasas expectativas de avances a corto plazo han arrancado este lunes en Astaná, capital de Kazajistán, las conversaciones de paz para Siria entre representantes del régimen de Damasco y facciones opositoras sirias. Durante la sesión inagural, ambos bandos centraron sus expectativas para esta ronda negociadora en la consolidación del alto el fuego auspiciado por Ankara y Moscú, acordado en diciembre pasado y salpicado de numerosas violaciones. Poco antes de dar inicio la sesión negociadora, que se prolongará probablemente hasta mediodía del martes, fuentes rebeldes anunciaron su negativa a mantener reuniones cara a cara con miembros de la delegación gubernamental de Bashar el Asad.

En su intervención inaugural, el enviado de la ONU, Staffan De Mistura, ha destacado precisamente que el establecimiento de un mecanismo de vigilancia sobre el cumplimiento del alto el fuego actual era la tarea primordial que debían afrontar los negociadores. "En el pasado no teníamos (tal mecanismo) y es probablemente una de las razones por las que fracasamos", ha declarado.

Hablando en nombre de la representación rebelde, Mohamed Alluch, ha demandado la "congelación de las operaciones militares y la mejora de la ayuda humanitaria" para la población civil, al tiempo que ha exigido que las milicias chiís comandadas por el grupo libanés Hizbulá aliadas de Damasco, así como las fuerzas kurdas del Partido de la Unión Democrática (PYD) sean declaradas como "grupos terroristas".

SEPARAR LAS FACCIONES REBELDES DE LOS EXTREMISTAS

Por su parte, el representante de la delegación de Damasco, Bashar Jafaari, destacó la necesidad de lanzar "un proceso político", y de materializar la separación entre las facciones rebeldes y los grupos extremistas como Estado Islámico o Fatah al Sham, antiguo Jabhat al Nusra, que estuvo vinculado a Al Qaeda hasta que formalmente rompió lazos con la organización en el pasado verano.

Tal y como se encargó de puntualizar el portavoz de los rebeldes, Yahia al Aridi, durante la ronda de hoy y mañana en la ciudad kazaja no se abordarán temas políticos. De esta manera, el bando opositor intenta poner límites alcance del proceso negociador en Astaná, acordado por Turquía y Rusia, donde temen que su grado de reconocimiento como parte negociadora sea menor que en las fallidas rondas negociadoras en Ginebra, además de devolver las conversaciones al formato de la ciudad suiza, con la mediación de la ONU y Occidente como garante de los pactos. Ni la Unión Europea ni EEUU estuvieron presentes en Astaná, pese a que en el caso norteamericano fue emitida una invitación que finalmente fue declinada por la Administración saliente norteamericana.

Sobre el terreno, la tregua sigue siendo frágil y, al igual que en ocasiones anteriores, es violada de forma regular por los contendientes. Según el Observatorio Sirio para los Derechos del Hombre (OSDH), se han producido combates en las proximidades de Wadi Barana, una zona clave para el suministro de agua a Damasco. También en Madaya, cerca de la frontera con el Líbano, donde las fuerzas gubernamentales han retomado el asedio a la localidad. Los bombardeos de la aviación de Bashar el Asad en la provincia de Homs han causado la muerte a nueve civiles, de acuerdo con la misma fuente.