Kim Jong-un califica el misil balístico de "regalo para los bastardos americanos"

Washington y Seúl lanzan proyectiles como respuesta al desafío

zentauroepp39164438 fotodeldia  kma06 tokio  jap n  04 07 2017   varios viandant170705111015

zentauroepp39164438 fotodeldia kma06 tokio jap n 04 07 2017 varios viandant170705111015 / periodico

ADRIÁN FONCILLAS / PEKÍN

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La horma del zapato de Trump está en Pyongyang. Lenguaraz, patibulario y ventajista, tan ajeno a los usos diplomáticos como diestro en la negociación. “Un regalo para los bastardos americanos”, ha dicho Kim Jong-un del misil intercontinental o ICBM que Corea del Norte probó este martes, Día de la Independencia estadounidense. “Deberíamos enviárselos a los yanquis de vez en cuando para que no se aburran”, ha añadido. Las fotografías lo muestran celebrándolo a mandíbula batiente.

La primera prueba de lo que aparentemente es un ICBM ha sumido a Corea del Norte en el éxtasis de la victoria. El envío de ayer cayó en el Mar del Japón, mucho más cerca de suelo norcoreano que estadounidense, pero algunos expertos calculan que con una trayectoria horizontal habría llegado hasta Alaska. No es capaz de golpear “cualquier punto del mundo”, como había defendido la agencia oficial KCNA. A Alaska la separa del resto del país el largo paréntesis canadiense, así que esos groseros videos propagandísticas de Nueva York y Washington destruidas por sus armas nucleares se antojan aún quiméricas. A la distancia se añaden complicaciones técnicas: los expertos aclaran que Corea del Norte necesitará años o quizás décadas para miniaturizar una bomba atómica y protegerla de las vibraciones de la reentrada en la atmósfera. Pero la prensa norcoreana y global coincidía ayer en el titular grueso: Corea del Norte ya tiene Estados Unidos a tiro.

Trump alardea de sus dotes negociadoras por la gestión de un imperio inmobiliario heredado. Pero la dinastía Kim acumula siete décadas sobreviviendo con la mayor potencia contemporánea y la comunidad internacional de frente, en un medido bucle de tensión-distensión con el que ha exprimido sus escasísimas cartas. Era previsible que sacara partido al mayor logro en dos décadas de un programa nuclear que ha condenado a la malnutrición a buena parte de su pueblo. A la victoria nacional se suma la personal de Kim sobre Trump, quien se había comprometido públicamente a evitar esa prueba. El contexto explica esa belicosidad retórica que excede incluso los estándares norcoreanos.

SILENCIO EN TWITTER

La cuenta de twitter de Trump guarda silencio a pesar de que la Casa Blanca le ensalzara días atrás como un líder “que respondía al fuego con fuego” para justificar un vídeo en el que zurraba a un tipo que representaba a un medio de comunicación.

La respuesta ha sido en forma de maniobras conjuntas con Corea del Sur. Los dos aliados han lanzado varios misiles que pueden ser desplegados con celeridad y golpean sus objetivos con gran precisión, según el Comando del Pacífico de las Fuerzas Armadas estadounidenses. Un comunicado conjunto advierte de que la calma y el autocontrol no serán eternas. “Podemos cambiar nuestra postura cuando nos lo ordenen nuestros líderes nacionales. Cualquiera que piense lo contrario está cometiendo un grave error”, señala un comunicado. Las cíclicas maniobras militares conjuntas descomponen sin remedio a Pyongyang, que las ve como ensayos de invasión. Seúl y Washington admitieron en las anteriores que estudiaban cómo descabezar a los líderes del país asiático con rápidos ataques quirúrgicos.

IGNORAN A RUSIA Y A CHINA

Estados Unidos y Corea del Norte han ignorado olímpicamente las recientes súplicas de Rusia y China de mantener la cordura. Xi Jinping y Vladimir Putin propusieron ayer que Washington cesara sus maniobras militares a cambio de una moratoria norcoreana. También solicitaron que Estados Unidos y Corea del Norte se sienten para dialogar, una opción defendida por el grueso de analistas como única solución del conflicto. Nada de eso parece que vaya a ocurrir.

El conflicto sigue la conocida liturgia. El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá de urgencia hoy a petición de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur. Rex Tillerson, secretario de Estado, ha pedido medidas más duras y una “acción global para detener una amenaza global”.