SENTENCIA EN PARÍS

Teodorín Obiang, condenado a tres años de cárcel por blanqueo y corrupción

El vicepresidente de Guinea Ecuatorial, juzgado en Francia, no cumplirá la pena si no reincide

Teodorín Nguema Obiang, en su 41 aniversario, en la catedral de Malabo, en el 2013.

Teodorín Nguema Obiang, en su 41 aniversario, en la catedral de Malabo, en el 2013. / periodico

Eva Cantón

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La justicia francesa ha condenado este viernes al vicepresidente de Guinea Ecuatorial, Teodorín Obiang, a tres años de cárcel y una multa de 30 millones de euros por blanqueo de capitales, desviación de fondos públicos y corrupción. Si no reincide, Obiang no estará obligado a cumplir la pena ni a pagar la multa impuesta por el Tribunal correccional de París, que ha ordenado igualmente la confiscación de todos sus bienes.

Esta última medida tendrá que ser confirmada por el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya porque el Gobierno de Guinea Ecuatorial ha recurrido el procedimiento judicial en Francia.

Durante el proceso, celebrado en ausencia del acusado, quedó probado que el hijo del presidente ecuatoguineano logró reunir en Francia un enorme patrimonio mobiliario e inmobiliario, que adquirió personalmente o a través de testaferros y empresas fantasma, entre los años 2000 y 2011.

Entre sus múltiples propiedades figura un lujoso edificio de casi 3.000 metros cuadrados próximo a los Campos Elíseos -por el que pagó 25 millones de euros- así como 18 coches de alta gama por valor de 7,5 millones, obras de arte, joyas y ropa.

Según se acreditó durante la fase de instrucción, Obiang, de 48 años, usó el dinero transferido por la compañía Somagui Forestal, bajo su control en tanto que ministro de Agricultura, a una cuenta del banco francés Société Générale. Obiang obligaba a las empresas forestales que operaban en el país africano a pagarle una comisión a cambio de una autorización para la explotación de los bosques.

Injerencia

La defensa de Teodorín Obiang había contestado la “legitimidad” del juicio, alegando la “injerencia” de Francia en los asuntos internos de un Estado soberano. Sin embargo, el tribunal argumentó que los hechos juzgados por un supuesto delito de blanqueo se referían al uso “personal” que el mandatario guineano había hecho del dinero en Francia y no a los actos realizados en Guinea Ecuatorial en el ejercicio de sus funciones.

Teodorín Obiang es el primer dignatario juzgado en el marco del proceso abierto por la justicia francesa en el 2010. En su punto de mira hay otros dirigentes africanos, entre ellos el congoleño Denis Sassou Nguesso, el gabonés Omar Bongo o el destituido presidente centroafricano François Bozizé, que han hecho fortuna en Francia desviando fondos públicos de sus respectivos países.