La UE inicia con opacidad las devoluciones de refugiados a Turquía

Policías escoltan a los refugiados que llegan al puerto de Dikili en Izmir, Turquía.

Policías escoltan a los refugiados que llegan al puerto de Dikili en Izmir, Turquía. / periodico

JAVIER TRIANA / DIKILI (ENVIADO ESPECIAL)

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una lona azul como la bandera de la Unión Europea ha tapado los escasos puntos de visión que permiten observar lo que acontece en el interior del puerto de Dikili, en el oeste de Turquía y adonde este lunes comenzaron a llegar los primeros refugiados devueltos al país eurasiático, como estipula el controvertido acuerdo entre Bruselas y Ankara.

Tras un rato de espera en el agua y pasadas las nueve de la mañana hora local (una hora menos en España) atracó en Dikili el 'Nazli Jale', el primero de los tres barcos que hoy arribaron a este puerto transportando, casi a números iguales, migrantes y personal de seguridad de la agencia fronteriza comunitaria Frontex.

Llegaba desde Lesbos, visible desde Dikili en días claros como este lunes. Entonces, se colocó otra lona (primero azul, luego blanca) en la proa del barco para que no se viera la primera parte del desembarco. Los afectados, cuya nacionalidad era, mayoritariamente, paquistaní, fueron poco a poco conducidos a unas carpas instaladas en el mismo puerto en las que se les registraba y practicaba un primer reconocimiento médico. Seguirían dos barcos más, procedentes de las cercanas islas griegas de Lesbos y Quíos, hasta sumar un total de 202 devoluciones en el primer día de operaciones. Estas 202 personas no habrían solicitado asilo político en Grecia y regresaron de manera voluntaria, según las autoridades turcas.

CRISTALES TINTADOS

Autobuses, ambulancias, vehículos blindados y un amplio dispositivo de seguridad turca aguardaban en el puerto para llevar a cabo un proceso que transcurrió con total calma, si bien no con la transparencia deseable. Ni siquiera los autobuses en los que fueron transportados a un centro de deportación en Kirklareli, cerca de la frontera con Bulgaria, dejaban ver a los pasajeros, ya que tenían los cristales tintados de negro.

“Deberíais tratar a los refugiados como a vuestros hijos o vuestros hermanos”, ha pedido a su pueblo el primer ministro turcoAhmet Davutoglu. Mientras que Ankara ha presumido todos estos años de una política de puertas abiertas para con los sirios, en la actualidad mantiene en el lado sirio de la frontera a decenas de miles de refugiados que han huido de Alepo. Un hecho que, junto a la introducción de visados para aquellos sirios que lleguen en avión a Turquía, hace suponer al experto turco en migración Ahmet Içduygu que el país eurasiático “no quiere más refugiados”.

POBLACIÓN DIVIDIDA

Pertrechados de pancartas coloridas, una decena de miembros de la Asociación del Puente de los Pueblos, una oenegé local, se ha presentado en el espigón de Dikili, donde se concentraban centenares de periodistas, para mandar un mensaje en sentido contrario, de bienvenida a los refugiados y de revisión de conciencia a los firmantes del acuerdo. Su mensaje choca con el de buena parte de la población de Dikili, que cree que la presencia de refugiados podría dañar el mercado turístico local, en un momento en el que la temporada alta está a punto de empezar.

Mientras que los ciudadanos no sirios devueltos a Turquía serán enviados a centros de deportación, los sirios sí podrán acogerse a la protección temporal que ofrece a sus vecinos el país eurasiático. Con esta protección, pueden permanecer en suelo turco legalmente, acceder a servicios sanitarios y educativos y, desde principios de enero, también trabajar de manera legal, lo cual ha abierto un amplio debate en el país.

Aunque la mayoría de los sirios presentes en Turquía en la actualidad no residen en campamentos de refugiados (solo un 10% de los casi 3 millones registrados lo hace), los barracones prefabricados son el destino de aquellos sirios que sean expulsados de Grecia bajo el mecanismo iniciado este lunes. El ministro turco de Asuntos de la UE, Volkan Bozkir, aseguró que éstos se reubicarán en la ciudad de Osmaniye, cerca de la frontera con Siria.

PRIMEROS SIRIOS EN ALEMANIA

Asimismo, Bozkir explicó que los sirios que la UE aceptará acoger a cambio de los devueltos serán primero enviados a Alemania y luego a terceros países de acogida. Precisamente a Alemania, a la ciudad de Hannover y procedentes de Estambul, llegaron hoy los primeros 40 sirios de este programa, elegidos por Berlín y la agencia de la ONU para los refugiados, Acnur. Se trata de seis familias sirias.

El plan acordado entre Bruselas y Ankara pretende acabar con el flujo migratorio ilegal hacia terreno comunitario, aunque ha sido ampliamente cuestionado por organizaciones de defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional o Human Rights Watch y hasta por algunas autoridades locales. La propia Acnur ha puesto en duda su correcto y legal funcionamiento ya que el operativo carece en estos momentos de suficiente personal. Quizá sea por eso que hasta el miércoles no se esperan devoluciones desde las islas griegas hacia Dikili.