Grecia empieza a evacuar a los refugiados del campamento de Idomeni

Familias con niños son las pimeras en aceptar el traslado voluntario

Dos mujeres se disponen a subir a un autocar en el campamento de Idomeni.

Dos mujeres se disponen a subir a un autocar en el campamento de Idomeni. / periodico

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

El Gobierno griego ha iniciado el traslado voluntario de refugiados e inmigrantes desde el campamento fronterizo de Idomeni, en la frontera con la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM) hacia centros de acogida organizados situados en el norte del país.

Hasta el momento solo ocho autobuses, de los veinte que se han dispuesto, han abandonado Idomeni desde la tarde del viernes a la mañana del sábado y la inmensa mayoría de las más de 11.600 personas que acampan allí es reticente a abandonar el campamento, pues aún confían en la reapertura de las fronteras.

"A partir del lunes, los esfuerzos de (evacuación) se intensificarán", afirmó el pasado jueves Giorgios Kyrutsis, portavoz del servicio de Corrdinación de la política migratoria de Grecia.

La gran mayoría de voluntarios a dejar el campamento son familias con niños que no pueden seguir viviendo en la condiciones en las que se encuentra el lugar actualmente.

"No hay nada que hacer aquí. Los niños caen enfermos. La situación es mala, después de dos días hay viento y en ocasiones llueve", ha explicado Janher Hasan, un refugiado de 29 años prodecente del Kusdistán iraquí y que llegó al campamento con su mujer e hijos de corta edad.

AUMENTO DE LA TENSIÓN

Otros, sin embargo, no piensan en abandonar Idomeni. Este el caso de Fatima Ahmed, una iraquí de 40 años que está acompañada por sus tres hijas. Su hijo de 13 años ya se encuentra en Alemania. Fatima todavía mantiene la esperanza de que se vuelva a abrir la ruta de los Balcanes. "La gente que no tiene esperanza o dinero tal vez quieran partir. Pero yo tengo esperanza en que alguna cosa buena tiene que llegar", dice.

Esta semana, algunas oenegés llegaron a suspender el reparto de alimentos bajo la presión de algunos grupos de refugiados que protagonizan huelgas de hambre o sentadas en las vías del tren y en las carreteras adyacentes, para forzar la apertura de las fronteras.

Por otro lado, el flujo de inmigrantes y refugiados procedente de Turquía ha dismunido drásticamente, después de la entrada en vigor el pasado 20 de marzo del polémico acuerdo entre la UE y Ankara. Mientras antes del acuerdo eran miles las personas que entraban diariamente, el jueves fueron tan solo 161 y el viernes 78, según han dicho las autoridades griegas. El número de inmigrantes y refugiados que hay actualmente en Grecia es de 50.236.