El cuarto terremoto en dos meses remata los destrozos en el centro de Italia

“Lo reconstruiremos todo, casas, iglesias y comercios”, ha dicho el domingo, visiblemente conmocionado, Matteo Renzi, primer ministro italiano, después del nuevo terremoto de 6, 5 grados que se produjo a las 7,41 horas en el centro del país, golpeando a los mismos territorios afectados por los seísmos del pasado jueves y el del 24 de agosto -este último con un balance de 290 muertos-. Se trata del cuarto temblor de tierra en cuatro meses en la zona de los Apeninos, columna vertebral que recorre toda Italia.

Es el segundo terremoto de intensidad tan alta que se produce en Italia, después del de 1980 en la región de Irpinia, en el sur, que provocó 2.914 muertos. El epicentro se detectado entre Castelsantangelo, Norcia y Preci.

No hay que lamentar víctimas mortales porque la mayor parte de la población ya había sido evacuada a zonas de la costa tras los seísmos del jueves. Protección civil contabiliza 20 heridos, ninguno grave, y daños irreversibles en un patrimonio artístico ingente. Los administradores de la región estiman que, entre personas sin casa y habitantes con miedo, el Estado podría tener que buscar alojamientos provisionales para unas 100.000 personas.En el caso del terremoto de L’Aquila, de 6,3 grados, fueron 70.000 los ciudadanos reacomodados.

El nuevo terremoto ha mostrado a unos habitantes visiblemente prostrados, después de que en sólo dos meses hayan desaparecido todos los puntos de referencia de su vida, desde el paisaje urbano hasta los pequeños gestos de la cotidianidad. “Es la jornada más oscura que jamás haya conocido”, ha explicado Giuseppe Pezzanesi, alcalde Tolentino. “Los daños son irreprables y las personas ya no pueden más”, ha añadido el edil.

SIN CATEDRAL NI BASÍLICA

En Amatrice, se ha venido abajo la torre del municipio, museos e iglesias del centro histórico ya deshabitado. De la catedral y la basílica de Norcia, importante ciudad turística de la región, quedan sólo esqueletos y se han desplomado otras conocidas e importantes iglesias para la historia del arte. Sus habitantes están aislados y son atendidos con helicópteros. El domingo han acabado de desplomarse el 90% de las casas de Ussita, en el epicentro del seísmo del jueves. En Acquasanta Terme, los habitantes no pueden entrar en sus casas destruidas , ni tampoco salir del pueblo, porque las carreteras están cortadas. Protección Civil ha aislado la electricidad de 15.000 viviendas de la zona y aconseja no beber agua de los grifos, como medida de precaución.

La Salaria, arteria central que atraviesa Italia desde Roma hasta el sur de Venecia, pasando por los Apeninos,  está cortada en varios puntos, así como casi todas las carreteras provinciales y comarcales de la zona siniestrada. Una docena de trenes regionales han sido cancelados y en Roma se han cerrado hasta mediodía las tres líneas de metro, además de dos docenas de calles por la caída de cornisas y tejas.

En Roma, expertos de Bellas Artes, bomberos y Protección Civil, han tenido que revisar el estado del Coliseo, de los Foros Imperiales y del palacio presidencial del Quirinale, que suspendió las visitas dominicales y un concierto. De la columnata de Bernini de San Pedro han caído algunos fragmentos, lo que ha obligado a una inspección general. En la capital un ascensor vacío se ha caído en un barrio de la periferia y numerosos edificios de viviendas han sufrido desperfectos, con evacuaciones provisionales de los inquilinos. La basílica de San Pablo Extramuros también ha sido cerrada y, posteriormente, reabierta poe la tarde. Las escuelas de Roma permanecerán cerradas este lunes, para poder realizar controles en todas ellas.

“No atenderemos más a las personas en este territorio, tienen que irse a otro lugar”, ha dicho Fabrizio Curcio, director de Protección Civil, con toda la diplomacia que pudo. En la bella ciudad de Norcia, 2.000 habitantes deberán abandonar las calles donde han pasado el domingo pero no se avienen a la orden de que evacúen.

Después de cuatro seísmos de más de cinco grados en dos meses, Fabrizio Curcio, responsable de Protección Civil,  ha solicitado la colaboración de los ciudadanos para que acepten irse a otros lugares y no quedarse al lado de sus casas derrumbadas. "Si no quieren irse, les obligaremos a la fuerza", han avisado los bomberos que trabajan en la zonas afectadas.

La mayoría de los habitantes de la vasta zona situada en los Apeninos ya se encontraba en otras localidades, lo que ha evitado víctimas. Un convento de monjas ha sido desalojado por la fuerza en Amatrice y las monjas salieron corriendo del lugar hasta una plaza cercana.