La VIOLENcia YIHADISTA TRASPASA FRONTERAS

El Estado Islámico golpea Turquía con 30 muertos

Las víctimas eran jóvenes voluntarios que iban a reconstruir Kobani, en Siria

Cadáver de un joven fallecido en el atentado cubierto con una bandera de las juventudes socialistas, en Suruç.

Cadáver de un joven fallecido en el atentado cubierto con una bandera de las juventudes socialistas, en Suruç.

JAVIER TRIANA
ESTAMBUL

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En la ciudad de Kobani, las alegrías duran poco más de un suspiro. Tras combates, asedios y atentados varios en el último año, su reconstrucción también se ha visto entorpecida por un ataque justo al otro lado de la frontera: al menos 30 personas murieron y 76 más resultaron heridas a consecuencia de una explosión en la localidad turca de Suruç, tan solo a 10 kilómetros de Kobani.

La explosión acabó con la vida de una treintena de personas alrededor de las 11 de la mañana (hora española), durante un encuentro de más de 300 jóvenes pertenecientes a la Federación de Asociaciones Juveniles Socialistas (SGDF, en sus siglas turcas) que se reunían en los jardines del Centro Cultural Amara de Suruç, adonde habían acudido para contribuir a la reconstrucción de la malograda Kobani. Se teme que la cifra de muertos aumente en las próximas horas ya que, según el diario local Daily Sabah, 20 de los 76 heridos se encuentran en situación grave.

Imágenes de vídeo muestran cómo el estallido sucedió cuando varios miembros posaban para fotografiarse tras una pancarta y cantaban consignas. En los momentos posteriores, solo se oyen gritos y se ven cuerpos inertes en el suelo. Fuentes de seguridad citadas por la agencia de noticias Reuters aseguraron que todos los indicios apuntan a una autoría del Estado Islámico (EI).

AMENAZA TERRORISTA / «Si se trata de EI, no se quedará en Suruç», alertó el diputado del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo Mushin Kizilkaya. «Muy pronto podríamos acabar como Siria», apuntó. Por su parte, el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, urgió a «condenar el terrorismo venga de donde venga: no conoce religión, raza, nacionalidad ni territorio».

«Es una gran masacre», lamentó a la cadena turca Habertürk Leyla Güven, miembro local del pro-kurdo e izquierdista Partido Democrático de los Pueblos, que gobierna la localidad. Uno de los testigos de la explosión, Kadir Ergün, dijo a la televisión CNNTürk que lo acontecido «es difícil de describir con palabras. Hacen falta donaciones de sangre de manera urgente».

El centro cultural atacado aloja de manera habitual a refugiados de Kobani, así como a periodistas que cubren las ramificaciones del conflicto sirio. Una segunda explosión sacudió Kobani casi de manera simultánea a la de Suruç, según el rotativo Hürriyet, que no precisa las consecuencias de esta.

Los ataques llegan cuatro semanas después de que miembros de EI camuflados con uniformes de las Unidades de Protección Popular (kurdas) entraran en Kobani, de la que fueron expulsados en enero, y masacraran con coches bomba y disparos a al menos 25 personas.