tragedia en italia

Salvini: "En un día tan triste, hay una noticia positiva: el 'Aquarius' no vendrá a Italia"

El ministro del Interior italiano culpa a las restricciones presupuestaria de la UE del derrumbe de puente de Génova

Los dos viceprimerministros del Gobierno italiano, Matteo Salvini y Luigi Di Maio.

Los dos viceprimerministros del Gobierno italiano, Matteo Salvini y Luigi Di Maio. / ALBERTO PIZZOLI

Annalisa Girardi

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Un día después del derrumbe del viaducto de Génova, que ha provocado décenas de víctimas, se suceden los reproches y acusaciones de unos otros en busca de los posibles responsables. Todavía no se han acabado los trabajos de búsqueda de posible víctimas bajo los escombros y ya el polémico ministro del Interior, el ultraderechista Matteo Salvini, ha lanzado sus primeras acusaciones. En su opinión han sido las restricciones presupuestarias al gasto impuestas desde Bruselas al Estado italiano, el más endeudado de los 28, lo que a su juicio ha impedido evitar la tragedia. "Aunque las limitaciones externas nos impiden gastar para asegurar las escuelas donde van nuestros hijos o las carreteras donde viajan nuestros trabajadores, pondremos ante todo la seguridad de los italianos", ha escrito Salvini en su cuenta de Twitter, siguiendo con su habitual retorica populista y euroescéptica.

Otro tuit de Salvini, que ocupa el cargo también de viceprimer ministro del Gobierno, ha generado aún más revuelo. "En un día tan triste, hay una noticia positiva. El barco de la oenegé Aquarius irá a Malta, y los migrantes se repartirán entre España, Francia, Luxemburgo, Portugal y Alemania. Como prometí, no vendrán a Italia, ya hemos hecho bastante. De las palabras a los hecho!", ha sentenciado.

El otro viceprimer ministro, Luigi di Maio, del Movimiento 5 Estrellas (M5S), también ha escogido un culpable, en este caso a la empresa Autostrade per l'Italia, responsable de la autopista. El ministro de Transporte, Danilo Toninelli, miembro también del M5S, ha pedido la dimisión de sus directivos. "Los responsables de la tragedia de Génova tienen un nombre y un apellido, y son Autostrade per l'Italia. Durante años se ha dicho que la gestión privada es mejor que la estatal. Y así, hoy, tenemos a una de las mayores concesionarias de Europa que nos dice que el puente estaba a salvo y que no había nada que pudiera hacer sospechar el colapso. Autostrade debía de haber hecho el mantenimiento y no lo hizo. Cobra los peajes más altos de Europa y paga impuestos muy bajos, además lo hace en Luxemburgo. La concesión le debe de ser retirada y las multas pagadas. (...)  Primero de todo, los dirigentes tienen que dimitir!", ha escrito Di Maio en su cuenta de Facebook. 

Las declaraciones de Di Maio han sorprendido ya que fue su propio partido el que en el 2013 se opuso al proyecto de construir una nueva autopista que liberara de volumen de tráfico la A10, a la que pertenece el punte Morandi, ya entonces objeto de revisiones por su mal estado. Ese año, la página web del M5S colgó un artículo en el que dejó claro que se oponía al proyecto y en el que calificó de "cuentos" los informes en los que se alertaba de que sino se llevaba a cabo un buen mantenimiento la infrastructura podría desplomarse. En aquel post, el partido populista criticó al Gobierno por el alto gasto de dinero público que suponía hacer otra autopista. En el mismo artículo se señaló un documento de "Autostrade per l'Italia" en el que se afirmaba que el puente podía "soportar otros cien años con un mantenimiento ordinario con costos estándar".

El puente, construido en la década de los 60, siempre fue el centro de discusiones y objeto de críticas. En el 2009 hubo también un debate sobre su posible demolición. Las continuas obras para mantenerlo en buen estado nunca fueron suficientes por el alto costo que ello implicaba.