NUEVOS TIEMPOS EN LA CASA BLANCA

EEUU ha revocado entre 60.000 y 100.000 visados tras el veto a inmigrantes de países musulmanes

El Departamento de Estado dice que no afecta a quienes ya están en EEUU, pero si salen del país no podrán volver a entrar

Protesta contra el veto de Trump a los musulmanes

Protesta contra el veto de Trump a los musulmanes / DR/MJB

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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En la semana transcurrida desde que entró en vigor el veto a inmigrantes de siete países de mayoría musulmana impuesto por Donald Trumpentre 60.000 y 100.000 ciudadanos de Libia, Siria, Irak, Irán, Yemen, Somalia y Sudán que habían obtenido legalmente visados para viajar a Estados Unidos han visto revocados esos permisos. La cifra más alta la ha dado en un juicio contra el veto un abogado del Departamento de Justicia y la más baja es del Departamento de Estado, pero en cualquiera de los dos casos queda de manifiesto el tremendo impacto que está teniendo la orden ejecutiva de Trump.

Según ha explicado una portavoz de la Oficina de Asuntos Consulares del Departamento de Estado citada por 'The Washington Post', la revocación de visados no afecta al estatus legal de los ciudadanos de los siete países que ya estuvieran en EEUU. Eso sí, ha aclarado que si salen del país e intentan volver no podrán hacerlo porque sus visados dejarán de ser válidos.

En otro mensaje en la NBC, William Cocks, otro responsable de Asuntos Consulares, ha intentado minimizar el impacto de la medida hablando de “inconvenciencia temporal” para los individuos con visados revocados. Ha intentado poner ese número “en contexto”, explicando que EEUU emitió 11 millones de visados en 2015.

"SIN RESPIRACIÓN"

En el Tribunal de Alejandría (Virginia) que estudia la deportación de dos yemenís y que es donde un abogado del Departamento de Justicia ha hablado de “más de 100.000” afectados, en cambio, la reacción ha sido de 'shock'. “La cifra me ha dejado sin respiración”, ha dicho Simon Sandoval-Moshenberg, uno de los abogados de los dos yemenís en una demanda contra la orden ejecutiva de Trump a la que se ha sumado el estado de Virginia.

Leonie Brinkema, la jueza que preside el caso (uno entre decenas de demandas planteadas contra el veto de Trump en tribunales de todo el país) ha sido dura con el gobierno. Aunque ha reconocido que el presidente tiene discreción “casi ilimitada” en materia de inmigración, ha recordado que su poder tiene “límites”. Y ha destacado el “caos” con que se ha aplicado la orden ejecutiva. La magistrada ha cuestionado que se revoquen visados “sin ningún tipo de investigación o pruebas contundentes de la necesidad de hacerlo” y ha denunciado que hay “seres humanos” que confiaban en las decisiones migratorias que había tomado ya EEUU tras un intento proceso de escrutinio. “Espero que el gobierno piense en serio cómo lidiar con estos temas”, ha dicho Brinkema.