FACTURACIÓN OBLIGADA

EEUU y el Reino Unido prohíben portátiles y tabletas en aviones de Oriente Próximo y África

Aviones de la compañía Emirates en el aeropuerto de Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos, el 8 de mayo del 2014.

Aviones de la compañía Emirates en el aeropuerto de Dubái, en los Emiratos Árabes Unidos, el 8 de mayo del 2014. / periodico

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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Estados Unidos, esta vez acompañado por el Reino Unido, acaba de extender la marca de la sombra del terrorismo a una decena de países de mayoría musulmana en África y Oriente Próximo que no estaban incluidos en la lista de seis afectados por el segundo veto migratorio impuesto por la Administración de Donald Trump (frenado por los tribunales). Esgrimiendo informaciones de inteligencia que “hacen necesario reforzar medidas de seguridad” en ciertos aeropuertos, Washington y Londres han impuesto este martes restricciones a los aparatos electrónicos que pueden llevar en cabina los pasajeros que vuelen a EEUU y el Reino Unido en vuelos directos desde esos 10 países, una medida que inmediatamente han cuestionado varios expertos en seguridad y tras la que algunos también ven sombras del proteccionismo comercial que guía a Trump.

En concreto, el Departamento de Seguridad Nacional y la Administración de Seguridad del Transporte estadounidenses obligan a facturar cualquier dispositivo mayor que un teléfono móvil (incluyendo tabletas, ordenadores personales, cámaras y consolas) a los pasajeros que vuelen directamente a EEUU desde 10 aeropuertos de Jordania, Egipto, Turquía, Arabia Saudí, Kuwait, Marruecos, Catar y Emiratos Árabes Unidos. La medida solo afecta a aerolíneas extranjeras (porque ninguna estadounidense ofrece vuelos directos a EEUU desde esos aeropuertos), que tienen 96 horas desde la entrada en vigor de la medida en la madrugada del martes para aplicarla totalmente.

En el caso británico, la prohibición es aún más estricta. Afecta a todas las aerolíneas que vuelan directamente al Reino Unido desde todos los aeropuertos de Turquía, Egipto, Jordania y Arabia Saudí, así como de Líbano y Túnez, lo que incluye compañías británicas, y obligará a facturar incluso algunos teléfonos móviles por las limitaciones de dimensiones de los aparatos permitidos en cabina.

AMENAZA NO INMINENTE

Fuentes de la Administración estadounidense que informaron sobre las nuevas normas el lunes por la noche explicaron que no responden a que haya información específica o creíble de una amenaza de ataque inminente, sino a “datos de inteligencia analizados” que apuntan a que los terroristas siguen teniendo en su diana la aviación comercial, a la que podrían atacar “colando explosivos en aparatos electrónicos portátiles”. Los británicos aseguran que se han basado “en la misma inteligencia en que se basa EEUU” y consultaron a Washington antes de tomar su decisión.

Aunque inicialmente se dijo que la medida era indefinida luego se aclaró que, en principio, estará en vigor hasta el 14 de octubre, aunque cabe la posibilidad de que se extienda un año más. Y aunque el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, ha remitido este martes a las agencias implicadas para cualquier explicación, ha aprovechado las también las declaraciones de un congresista demócrata para defender que las restricciones son “necesarias y proporcionales a la amenaza”.

DUDAS DE LOS EXPERTOS

Algunos expertos en seguridad, no obstante, las cuestionan.  En 'The Guardian', por ejemplo, el investigador de la Universidad de California Nicholas Weaver apunta: “Si se asume que el atacante está interesado en convertir un ordenador portátil en una bomba, funcionaría igual en la bodega” que en la cabina. También en el diario británico el profesor Paul Schwartz señala que “los terroristas tienen células en todo el mundo”, recordando el caso de la de Hamburgo (Alemania) que participó en los atentados del 11-S. Y otro experto en seguridad tecnológica, Bruce Schneier, ha dicho que “tecnológicamente, no hay nada que limite esta amenaza descubierta a un puñado de aerolíneas de Oriente Próximo”.

Medios como 'The Washington Post' y 'Financial Times' han recordado también que la medida llega en medio de una guerra comercial. Varias aerolíneas estadounidenses llevan tiempo denunciando los subsidios de países del Golfo Pérsico a sus compañías aéreas, que según los estadounidenses impiden una competencia justa. Desde la llegada de Trump a la Casa Blanca han aumentado su lobi para intentar que intervenga y extienda al sector aéreo sus políticas proteccionistas. Y las nuevas normas de seguridad podrían jugar ese papel, pues pueden llevar a muchos pasajeros, especialmente los de negocios que suelen trabajar en sus vuelos, a buscar alternativas para sus viajes.