La UE y EEUU se oponen al referendo «ilegal» de Crimea

El supuesto plan del presidente ruso, Vladimir Putin, de convertir la estratégica península de Crimea en parte de Rusia experimentó ayer un avance histórico que dejó perplejos  a los líderes de la Unión Europea y EEUU. El Parlamento de la región autónoma ucraniana, en una sesión extraordinaria, aprobó por unanimidad la integración de Crimea a la Federación Rusa como una región más y adelantó el referendo de ratificación al próximo 16 de marzo.  También se celebrará una consulta semejante en la ciudad de Sebastopol, la principal base de la Marina de guerra rusa en el mar Negro y con estatus propio.

La UE calificó el referendo convocado por Crimea como «contrario a la Constitución de Ucrania y por tanto ilegal» en la cumbre extraordinaria celebrada en Bruselas por los líderes de los Veintiocho. La UE se alineó de este modo con la posición de las nuevas autoridades de Ucrania y defendió la integridad territorial y la independencia del país.

«El referendo de Crimea es una decisión ilegítima y no tiene base legal alguna. El Gobierno de Ucrania pide a Rusia que no apoye a los que buscan el separatismo. Crimea es y será una parte integral de Ucrania», afirmó el nuevo primer ministro ucraniano, Arseni Yatseniuk.

Por si necesitaba más apoyos, Yatseniuk encontró otro en Barack Obama. El presidente de EEUU aseguró que no aceptará el referendo planteado por las autoridades prorusas de Crimea porque «viola la Constitución ucraniana y el derecho internacional». El debate sobre el futuro de la península, añadió, debe incluir al «Gobierno legítimo de Ucrania».

DIFERENTES PROCESOS / La cancillera alemana, Angela Merkel, rechazó cualquier paralelismo de la situación de Crimea con el referendo en Kosovo o en Escocia. «La independencia de Kosovo fue el resultado de un proceso muy largo donde se valoraron los pros y los contras, mientras que en la decisión unilateral de Crimea se trata de un proceso ultrarápido de 10 días», explicó Merkel. «El referendo de Escocia también es el resultado de unas conversaciones y un acuerdo con el Gobierno británico, mientras que aquí hablamos de una decisión unilateral», añadió.

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, también destacó en unas apresuradas declaraciones al abandonar la cumbre que los Veintiocho habían calificado de «ilegal» el referendo de Crimea. En Dublín, donde se celebra el congreso del Partido Popular Europeo la exprimera ministra ucraniana Yulia Timoshenko, pareció copiar el argumento de Rajoy y dijo que una parte del país no puede decidir el futuro de todos, informa Gemma Robles.

EL RUBLO / Ajenos al ruido exterior, los diputados de Crimea enviaron una petición a Putin y al Parlamento ruso en la que se pidió considerar la integración de Crimea a Rusia. El Gobierno de la autonomía ya da por hecho que el resultado del referendo aprobará la ruptura con Kiev.

«Es muy fácil augurar que un 70% o más de los de los habitantes de Crimea votarán a favor de la integración en la Federación Rusa. El 58% de los residentes locales son de etnia rusa y un 20% son ucranianos que se consideran parte de la cultura rusa», dijo el viceprimer ministro, Rustam Temirgaliev. Partiendo de esa premisa, las autoridades de Crimea anunciaron que pronto usarán el rublo ruso como divisa.

La OTAN, por su parte, pidió de nuevo a Rusia que detuviera su escalada militar en Crimea y que replegara sus tropas. «No debería haber ningún intento de redibujar las fronteras en el mapa de Europa en el siglo XXI», insistió el secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, que catalogó la actual crisis como «la amenaza más grave a la seguridad de Europa desde el final de la guerra fría». Yatseniuk advirtió de que su país se defenderá militarmente si las tropas rusas intervienen en otras regiones de Ucrania, más allá de Crimea.