POLÉMICA DECISIÓN

EEUU deja de dar visados a parejas de hecho gais de diplomáticos extranjeros

Criticas de discriminación ante una medida que la Administración de Trump defiende como progreso

El nuevo secretario de Estado, Mike Pompeo.

El nuevo secretario de Estado, Mike Pompeo. / periodico

Idoya Noain

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Las decisiones de un gobierno no se toman en un vacío. Por eso este martes arrecian las críticas y dudas ante la adoptada por la Administración de Donald Trump, que el lunes empezó a dejar de dar visados a las parejas de hecho homosexuales de diplomáticos extranjeros que trabajan en organizaciones internacionales en Estados Unidos como Naciones Unidas, el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial. Washington, además, obligará a las parejas de esos diplomáticos que ya están en EEUU a casarse o abandonar el país.

Desde el 2009, por orden de la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, EEUU empezó a dar visados a parejas de hecho del mismo sexo de diplomáticos extranjeros que servían ante la ONU. Es algo que no hacía con parejas de hecho heterosexuales y el pasado mes de julio el Departamento de Estado, ahora bajo la dirección de Mike Pompeo, envió una notificación diciendo que esos visados dejarían de darse a partir del 1 de octubre. La directiva también decía que no se renovarían a parejas de hecho de diplomáticos que ya estuvieran en EEUU y, además, daba un plazo máximo de 30 días a partir del 31 de diciembre para que, las parejas que no presenten para esa fecha documentación que acredite un matrimonio, abandonen el país.

Supuesto trato paritario

El razonamiento de la Administración es que simplemente está cumpliendo la ley,  fomentando el trato paritario a heterosexuales y homosexuales, a los que en Estados Unidos el Tribunal Supremo reconoció el derecho al matrimonio en 2015. Fuentes gubernamentales han esgrimido también este martes el argumento de que Trump suele pedir en comercio y en otros temas internacionales “reciprocidad” y han dicho que si los diplomáticos estadounidenses en otros países deben estar casados para que sus parejas obtengan visado lo mismo debe aplicarse a las parejas de extranjeros que buscan entrar en EEUU.

Son argumentos que no convencen a muchos activistas y varios legisladores. Se recuerda que solo el 12% de países del mundo reconocen el matrimonio homosexual, que en muchos otros la homosexualidad sigue perseguida y castigada, y se cuestiona también que se imponga el matrimonio sobre otras formas de unión legal.

“Denegar visados a las parejas de diplomáticos y cargos de la ONU extranjeros es una revocación discriminatoria de una política que reconocía que no todas las parejas del mismo sexo en el mundo tienen la libertad de casarse y acosa de forma injusta a familias LGTB”, ha denunciado, por ejemplo, Mark Takano, un congresista gay de California, que habla de una decisión “intolerante y peligrosa”. Y Hyung Hak ‘Alfonso’ Nam, presidente de un grupo que representa a personal de la comunidad LGTB en la ONU, ha mostrado su preocupación por que los nuevos requisitos expongan a persecución a personas homosexuales en países donde sigue siendo tabú.

Un gobierno conservador

Aunque las fuentes de la Administración han asegurado que están preocupados por los “derechos humanos”, han asegurado que estudiarán algunos casos individualmente y han intentado enmarcar la decisión como un avance hacia la igualdad del que han dicho sentirse “orgullosos” se hace difícil aislar esta decisión de la línea conservadora de una Administración con fuerte peso de cristianos y donde desde el vicepresidente, Mike Pence, hasta el secretario de Estado, Mike Pompeo, han reconocido su rechazo personal al matrimonio entre personas del mismo sexo. En el Departamento de Estado, por ejemplo, quedó vacante el año pasado el puesto de enviado especial creado en el gobierno de Barack Obama por John Kerry para promover en el mundo los derechos de la comunidad LGBT. No se ha nombrado sustituto.