Cameron llama a la "tolerancia" en un país traumatizado por el asesinato de la diputada

La policía de West Yorkshire y la unidad antiterrorista de North East centran la investigación del asesinato de la diputada laborista Jo Cox en los vínculos con la extrema derecha y la salud mental de Tommy Mair, el presunto autor del crimen. “El sospechoso en custodia, ha sido examinado por dos médicos especialistas y le han declarado acto para permanecer detenido y ser interrogado”, señalaba un comunicado emitido a última hora del viernes.

Los medios de comunicación británicos han aludido repetidamente a la conexión de Mair con organizaciones neonazis internacionales en Estados Unidos y Suráfrica. En la casa del detenido la policía encontró parafernalia y literatura de extrema derecha. Los investigadores también quieren determinar, si Mair se puso alguna vez en contacto con la diputada.

Lo que no hay duda es que actuó premeditadamente. Armado de una pistola, al parecer de fabricación casera, y un cuchillo de caza, estuvo esperándola y fue a por ella directamente, cuando Cox se bajó del coche en el que viajaba con su asistente.

ACTO DE HOMENAJE

La de ayer fue una jornada de homenajes y tributos a la diputada desaparecida. El primer ministro, David Cameron y el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, participaron juntos en un acto de recuerdo a Cox en Birstall, la ciudad donde perdió la vida.

“Hay que reflexionar y pensar lo que es importante para nuestro país. Debemos valorar y considerar como algo precioso la democracia que tenemos en estas islas, con 65 millones de nosotros, viviendo juntos, trabajando y estando juntos”, declaró Cameron. “Hay que eliminar el odio y las divisiones de nuestra ida política y de nuestras comunidades”. Corbyn calificó el asesinato de “ataque a la democracia. Fue la fuerza del odio lo que la mató”. “Era una mujer maravillosa”, añadió.

El líder del UKIP, Nigel Farage, también depositó unas flores en el memorial en Londres, que se ha levantado improvisadamente en la plaza del parlamento. Un póster contra la inmigración del UKIP ha sido denunciado a la policía por los sindicatos, por incitación al odio racial. Cox siempre había elogiado los beneficios de la inmigración y la diversidad.

El lunes se reunirá el parlamento en sesión extraordinaria para rendir en homenaje de la Cámara a la diputada. Todos los partidos han renunciado voluntariamente a presentar candidatos, para disputar la vacante dejada por ella. Será un miembro del laborismo quien la suceda en el escaño, ahora vacío. 

La campaña del referéndum ha quedado suspendida al menos hasta el domingo. Una campaña en la que nada será igual tras lo ocurrido. Es difícil sin embargo prever de qué manera influirá el mortal ataque en el tono de los debates y en el resultado. Ambos bandos deben pulsar con mucho cuidado el sentir de la opinión pública. Sería un error tratar de aprovechar la agresión de manera partidista.

El tono crispado de los debates, los enfrentamientos personales que se han visto durante las últimas semanas, han creado un caldo de cultivo sobre el que ahora, tras la tragedia, se empieza reflexionar. “Hay demasiado odio en la política y falta respeto”, afirma el ex líder laborista Ed Miliband.  

AGRESIVIDAD EN LA CAMPAÑA

El diario 'The Guardian' ha denunciado la agresividad de la campaña en favor del Brexit. “Un tono brutal, que agita las divisiones”. El semanario 'Spectator', de tendencia conservadora, entiende que “Nigel Farage no es responsable de la muerte de Jo Cox, como tampoco lo son los miembros de la campaña del Leve (Marcharse), pero sí son responsables de la manera en la que manejan la campaña”. La revista concluye que “cuando se fomenta la rabia, uno no se puede sorprender de que la gente se enrabie”.

Desde Alemania, la canciller, Angela Merkel, pidió moderación a los partidos políticos británicos. “Las exageraciones y la radicalización parcial del lenguaje no ayudan a crear una atmósfera de respeto”, señaló Merkel.

La muerte de Cox ha sacado también a la luz las amenazas y ataques que sufren los diputados, no son tan raros como se podría pensar. El conservador Gavin Berwell contó como a principios de este mes se enfrentó a un individuo que acudió a su despacho cuando estaba atendiéndo las consultas de los electores de su distrito, tal y como se disponía hacer Cox.

El hombre muy agitado pidió verle y cuando le pidieron que se marchara comenzó a dar patadas al mobiliario y amenazó de muerte al político. “Afortunadamente la policía llegó a tiempo y una vez detenido, los agentes descubrieron que llevaba un cuchillo”. Berwell cree que en el contacto directo con los electores “nunca se puede estar seguro al 100%”.  

La policía ha dado consejos especiales a todos los diputados para que extremen la protección, ante el temor de que alguien intente copiar lo ocurrido en Birstall. 

{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"Donativos en memoria de Jo","text":"La familia de Cox ha creado en su memoria un fondo para recoger donativos\u00a0que va a destinar a tres organizaciones humanitarias\u00a0por las que ella sent\u00eda especial aprecio. El fondo, dada la conmoci\u00f3n que ha despertado el suceso y la simpat\u00eda que despertaba la desaparecida, \u00a0seguramente rebasar\u00e1 con creces las 50.000 libras (63.600 euros) que se ha propuesto recaudar. Un dinero que ir\u00e1 destinado al\u00a0Royal Voluntary Service\u00a0(Servicio Voluntario Real), dedicado al combate de la soledad\u00a0en Batley and Spen, distrito electoral de Cox; Hope and no hate (Esperanza, no odio), una organizaci\u00f3n que lucha contra el extremismo en comunidades locales y The White Helmets,\u00a0\u00a0(Los Cascos Blancos), un servicio de voluntarios que trabaja en Siria."}}