El futuro de la Eurozona

Draghi da un vuelco a la política del BCE e insinúa que comprará deuda

SILVIA MARTÍNEZ
BRUSELAS

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El Banco Central Europeo se prepara para adoptar todas las medidas necesarias para proteger a los países de la Eurozona del irracional acoso que algunos de ellos, especialmente España e Italia, sufren en los mercados. Su presidente, Mario Draghi, advirtió ayer durante una cumbre de inversores organizada en Londres que el BCE estaba «dispuesto a hacer lo que sea necesario para preservar el euro», para luego apostillar con un «créanme será suficiente». Los mercados recibieron en positivo este mensaje. La bolsa española cosechó su segunda subida más importante en los dos últimos años mientras que la prima de riesgo cayó de golpe casi 50 puntos.

Y es que tras cuatro días de escalada continuada y ante los intensos rumores de que España estaba abocada a pedir el rescate total para hacer frente a su elevado endeudamiento, hacía falta un gesto de la poderosa institución monetaria, y la promesa del banquero tuvo su efecto. Aunque no anunció ninguna medida concreta, su cambio de discurso tuvo un efecto balsámico inmediato.

La tormenta ya había amainado ligeramente el pasado miércoles, tras el anuncio del gobernador del Banco de Austria y consejero del BCE, Ewald Nowotny, de la posibilidad de conceder licencia bancaria al fondo de rescate europeo para aumentar su munición. Ayer, sin embargo, quedó claro que definitivamente algo se está moviendo para atajar los desorbitados costes de financiación a los que se enfrentan España e Italia.

EL PRÓXIMO JUEVES/ Fiel a su papel, Draghi recordó ayer que el objetivo del BCE es mantener la estabilidad de precios pero añadió, dando un giro a declaraciones anteriores, que tomarán cartas en el asunto «en el momento en el que las primas de riesgo dañen el funcionamiento de los canales de transmisión de la política monetaria». Teniendo en cuenta que el banquero considera que los costes han llegado ya a un nivel «irracionalmente» elevado, son muchos los analistas que ya anticipan nuevas medidas que podrían llegar tan pronto como el próximo jueves, durante la reunión mensual del comité de política monetaria del BCE.

Dada la negativa hasta ahora de Draghi a reactivar el programa de compra de deuda soberana para ayudar a los países atacados -lleva 19 semanas sin hacerlo- el abanico de posibilidades para calmar a los mercados, más allá de esta opción, pasa por una nueva rebaja de tipos de interés -ya redujo un cuarto de punto el precio del dinero en la pasada reunión-, una nueva subasta de liquidez, flexibilizar las garantías exigidas a las entidades financieras, e impulsar que el mecanismo europeo de estabilidad obtenga la licencia bancaria que le permitiría obtener liquidez ilimitada una vez entre en vigor.

NUEVO FONDO DE RESCATE/ Esta última medida no sería inmediata ya que previsiblemente el nuevo fondo de rescate permanente, que estará dotado con 500.000 millones de euros, no podrá entrar en vigor antes de finales de septiembre, ya que está a la espera de que el Tribunal Constitucional alemán se pronuncie el 12 de septiembre sobre si es compatible o no con su Carta Magna.

Lo que por fin tiene claro el presidente de la entidad bancaria es que si a lo que se enfrentan los gobiernos de la zona euro es a una guerra de poder, será el euro el que terminará ganando el pulso a los mercados.

«No hay que subestimar el capital político que hay tras la moneda común», recordó. «En 10 años no se hizo nada a nivel nacional u supranacional pero en los últimos seis meses se ha avanzado mucho en la integración europea y la última cumbre de líderes fue un paso importante hacia la integración fiscal y bancaria», añadió. Sus palabras fueron valoradas positivamente por el ministro francés de finanzas, Pierre Moscovici. El español Luis de Guindos señaló que no estaba «sorprendido en absoluto» y aseguró estar «igual de tranquilo» que hace una semana sobre una posible intervención.