POLÉMICA EN EEUU

Donald Trump, cuestionado por su doble discurso sobre la inmigración

Las empresas del controvertido republicano pidieron más de 1.100 visas para trabajadores extranjeros

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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Donald Trump puso voluntariamente el foco sobre sí mismo y su posición en inmigración al hacer oficial su candidatura a la Casa Blanca con el polémico discurso en el que llamó a los inmigrantes mexicanos narcos, criminales y «violadores», intervención que encandiló a la base más radical del Partido Republicano. La atención, está comprobando ahora, tiene sus contrapartidas.

Un análisis de datos del Departamento de Trabajo realizado por Reuters ha confirmado que nueve empresas de Trump han solicitado al menos 1.100 visas temporales para trabajadores extranjeros desde el año 2000. Este mismo mes, uno de sus clubs en Florida solicitó visas para que 70 inmigrantes trabajaran como cocineros, camareros y limpiadores.

No es un número alto y no hay constancia de ilegalidad, pero Trump está siendo cuestionado por su doble discurso. En su anuncio de candidatura prometió también ser «el mejor presidente para el empleo que Dios nunca ha creado» y aseguró: «Traeré de vuelta nuestros trabajos de China, México y otros sitios».

Para lograr las visas temporales que buscaron las empresas de Trump, las compañías deben probar que han intentado sin éxito contratar a estadounidenses para esos puestos. Entre las aplicaciones analizadas por Reuters hay al menos 250 para modelos.

Mexicanos

Los programas de permisos temporales que usó el conglomerado de Trump dan empleo sobre todo a mexicanos. Y, además, han sido cuestionados. Un informe del inspector general de Trabajo denunció en 2003 que los «abusos conllevan daños económicos para trabajadores y empresas estadounidenses, explotación de trabajadores extranjeros y riesgos de seguridad asociados con extranjeros admitidos por métodos fraudulentos».

Trump se defiende. Cuestionó un artículo de The Washington Post que decía que inmigrantes sin papeles trabajan en la construcción de uno de sus hoteles en la capital. Allí iba a abrir un restaurante José Andrés, pero dio marcha atrás tras el incendiario discurso xenófobo del 16 de junio. El viernes Trump denunció al chef español por romper su contrato.