GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

La crisis entre Arabia Saudí e Irán dificulta el proceso de paz para Siria

Combatientes de Ejército Sirio Libre en un puesto de control, en la provincia de Idleb, durante una tormenta de nieve.

Combatientes de Ejército Sirio Libre en un puesto de control, en la provincia de Idleb, durante una tormenta de nieve. / periodico

MATEO TORRES / JERUSALÉN

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La crisis entre Riad y TeheráncrisisRiad Teherán tendrá consecuencias importantes en el conflicto sirio si los saudís, como parece probable, endurecen su posición la víspera de las cruciales negociaciones que se celebrarán en Ginebra a partir del 25 de enero -si es que no ocurre hasta entonces algún contratiempo-, habida cuenta de la enorme influencia que Arabia Saudí ejerce sobre los insurgentes en Siria.

Esta circunstancia puede complicar el arduo trabajo de Estados Unidos y Rusia, que el 17 de diciembre lograron que el Consejo de Seguridad aprobara un precario plan de paz,precario plan de paz con calendario tentativo incluido, que el Gobierno de Damasco y la oposición deberán debatir en Ginebra.

El ascendiente saudí sobre la oposición ha quedado claro en las últimas horas, cuando los distintos grupos sirios sunís casi se han peleado entre sí por adoptar una posición más prosaudí que sus rivales y siempre en detrimento de Irán.

El Consejo Nacional SirioConsejo Nacional Sirio (CNS), por ejemplo, ha mostrado su “satisfacción” y “apoyo” a la decisión de Riad de romper las relaciones con Teherán, acusando a los “grupos chiís”  de “sembrar tensiones sectarias en Siria”. Además, la CNS ha hecho un llamamiento instando a los “países árabes” (sunís) a seguir el ejemplo de Riad y denunciar “los crímenes que el régimen iraní está cometiendo en Irak, Siria y Yemen”.

El comunicado no termina aquí, sino que llega hasta el punto de denunciar la “ocupación rusa”. Estas posiciones reflejan claramente la política saudí con respecto a Siria, incluida la financiación de un numeroso grupo de milicias opositoras, incluidas yihadistas, a las que además alienta con su apoyo político.

De hecho, la CNS fue una de las 15 organizaciones que en diciembre participaron en el congreso organizado por Arabia Saudí en Riad, donde tuvieron cabida incluso grupos yihadistas como el Ejército del Islam, cuyo líder murió a finales de diciembre en el área de Damasco durante un bombardeo ejecutado aparentemente por aviones rusos.

El mismo Ejército del Islam es otro de los grupos que se ha apresurado a expresar su respaldo a Arabia Saudí en el conflicto con Irán y ha denunciado la intervención de los iranís en Siria. Y en un sentido semejante se han expresado otros 26 grupos de insurgentes en un comunicado conjunto, aunque algunos de estos grupos apenas están constituidos por un puñado de hombres.

La filiación suní, común denominador

El común denominador de estas formaciones es su filiación suní y su animadversión hacia los chiís, un binomio que habitualmente va combinado. Todos ellos consideran que el Gobierno del presidente Bashar al Asad se sostiene gracias al apoyo militar y financiero de Irán, y también de Rusia, lo que es cierto, de manera que es natural que hayan aprovechado la reciente crisis para alinearse con Riad.

La oposición que debe acudir a Ginebra este mes y que cuenta con el apoyo de Arabia Saudí ha pedido al régimen de Damasco que haga varios “gestos” “antes de ir" a la ciudad suiza. Entre los gestos que reclaman figuran una liberación de prisioneros y el levantamiento del cerco que sufren algunas zonas en poder de los insurgentes. En principio, no parece que Damasco vaya a atender estas demandas.

El enviado de la ONU para el conflicto sirio, Steffan de Mistura, estuvo justamente ayer en Riad y hoy visitará Teherán para preparar el congreso de Ginebra. Las posiciones que se defienden en estas dos capitales están muy alejadas y no hay que descartar que fuercen un descarrilamiento del proceso.