ALTA TENSIÓN EN ASIA

Trump ofrece material militar "altamente sofisticado" a Japón y Corea del Sur

Seúl se plantea por primera vez incluir armas nucleares en su arsenal ante la amenaza de Corea del Norte

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Adrián Foncillas / Pekín

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No será por sus dotes conciliadoras por las que Donald Trump pase a la historia. Una vez más desde Twitter, el presidente de Estados Unidos ha anunciado este martes su disposición a permitir la venta de "equipos militares altamente sofisticados" a Japón Corea del Sur, los vecinos más directamente amenazados por la escalada belicista, ensayo nuclear incluido, de Corea del Norte. Más leña al fuego en una región altamente inflamable.

Merece la pena plantearse el regreso de las armas nucleares a Seúl, ha juzgado asimismo este martes el Ministerio de Defensa surcoreano. La posibilidad no trasciende de la sugerencia, fue rápidamente corregida por el presidente y ningún experto la ve factible hoy. Pero la mención rompe un tabú gubernamental que había resistido todas las crisis cíclicas de las últimas décadas e indica el punto de ebullición que alcanza la actual.

El ministro de Defensa, Song Young-moo, avanzó durante la mañana que Seúl consideraba “todas las opciones militares” y eso incluía las nucleares. El revuelo aconsejó la intervención de la Casa Azul. El portavoz gubernamental aclaró que seguía vigente el compromiso por una península desnuclearizada y que Song sólo pretendía revisar todas las opciones militares contra la amenaza norcoreana.

Seúl acumulaba un centenar de armas nucleares estadounidenses cuando en 1991 firmó un acuerdo con Washington para que se les llevara a cambio del compromiso de defensa aún vigente. Las dos coreas firmaron meses después el histórico tratado para la desnuclearización de la península que ambas se acusan hoy de haber roto. Las violaciones norcoreanas son flagrantes y el ensayo del domingo sirve de prueba. Seúl habría violado el acuerdo al permanecer bajo el paraguas militar estadounidense y sus armas nucleares, interpreta Pyongyang.

APOYO DE LA MAYORÍA

Las escaladas de tensión reavivan el debate en Corea del Sur. Los conservadores se preguntan por qué siguen honrando un acuerdo que Pyongyang ignora olímpicamente y el mensaje ha calado. Una encuesta de la cadena de televisión YTN revelaba en agosto que el 68 % de los surcoreanos apoyaba el regreso de las armas atómicas y el porcentaje subía en la población más mayor. Un editorial del influyente diario Dong-a Ilbo señalaba esta semana que Corea del Sur no puede fiarlo todo a la defensa estadounidense y urgía empatar la disuasión nuclear del norte. Los bombarderos estadounidenses parten de la base de Guam y las dos horas que necesitan para alcanzar la península se antojan muy largas en caso de urgencia.

Pero todos los gobiernos, incluidos los conservadores más beligerantes, habían visto el asunto como un anatema. No es probable que las armas nucleares lleguen con el actual de Moon Jae-in, un terco defensor del diálogo que ha adoptado la solución del conflicto como su objetivo vital. La llegada de armas nucleares al sur no sólo arrasaría cualquier esperanza de que el norte renunciara a las suyas sino que multiplicaría exponencialmente los riesgos de accidentes.

COMPLETAR EL ESCUDO

El admirable Moon lidia con las fragorosas amenazas de Corea del Norte y sus acusaciones de “arrodillarse” ante Washington, con los humillantes tuits de Trump vaticinando el fracaso de su política de apaciguamiento y con un índice de popularidad menguante por la percepción de blando. El contexto le empuja al equilibrismo. Ignora los duelos dialécticos de Pyongyang y aclara a Trump que no le permitirá empezar una guerra sin descuidar el blindaje ni las muestras de músculo militar.

Moon aceptó ayer completar el escudo antimisiles estadounidense THAAD que se había propuesto desmantelar en las elecciones, hoy ha obtenido el permiso de Washington para aumentar el peso y alcance de sus misiles y esta semana ha ordenado febriles maniobras militares. Cazas y misiles tierra-tierra ensayaron ayer el ataque al principal silo nuclear norcoreano y la Marina ha ejecutado hoy unos ambiciosos ejercicios en el Mar de Japón.

La actual crisis, aceitada con guerra dialéctica de Kim Jong-un y Trump, engordará las cuentas de resultados de los fabricantes de armas estadounidenses. Trump dijo ayer que está deseando vender equipamiento a Seúl por “muchos miles de millones de dólares”. Corea del Sur es el cuarto comprador de armas estadounidenses con una factura de cinco mil millones de dólares entre 2010 y 2016.

Las imágenes de satélites sugieren tropelías norcoreanas inminentes. El diario surcoreano 'Asia Business Daily' asegura que ha detectado lo que parece un misil intercontinental transportado en una lanzadera durante la noche de ayer. Este sábado se cumplen los 69 años de la fundación del país y es tradición norcoreana aliñar los aniversarios con desafíos al mundo.

Putin alerta de que la «histeria» puede llevar a «una catástrofe planetaria»

El presidente ruso, <strong>Vladímir Putin</strong>, advirtió ayer de que amenazar a Corea del Norte con una intervención militar podría desatar  «una catástrofe planetaria», ya que el régimen de Kim Jong-un no va a abandonar sus pruebas nucleares si no se siente seguro.