DESTITUCIÓN DE UNA FIGURA RELEVANTE EN pyongyang

Corea del Norte releva al jefe del Ejército y mentor del nuevo líder

ADRIÁN FONCILLAS
PEKÍN

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El cese por achaques de un militar septuagenario sería irrelevante en cualquier país razonable, pero no es el caso. En Corea del Norte cualquier detalle desencadena la rumorología: los expertos especulaban la semana pasada sobre la voluntad de abrirse a Occidente del régimen después del debut televisivo de Mickey Mouse y Pluto.

La destitución de Ri Yong-ho afecta al núcleo duro del poder. Ri era hasta ayer el jefe del Estado Mayor del Ejército Popular. También era vicepresidente de la Comisión Militar del Partido de los Trabajadores y miembro del Presidium del Buró Político y de la Comisión Central del Gobierno. Las informaciones de las agencias de espionaje occidentales le señalaban como el mentor de Kim Jong-un, el joven que gobierna Corea del Norte desde que en diciembre muriera su padre, Kim Jong-il.

El ascenso de Ri en el escalafón militar fue tan tardío como acelerado. Alcanzó la cima en el 2009, con el último baile de sillas dirigido por Kim Jong-Il. Su frecuente presencia en los medios nacionales sugería una inmarchitable influencia.

La nota de la KCNA, la agencia de noticias oficial, apenas informaba de que el cese de Ri se debía a la «enfermedad». Hay base para dudar. No sería la primera vez que Pyongyang utiliza la salud como eufemismo de despidos fulminantes. En su última aparición pública, apenas una semana atrás, no dio síntomas de debilidad. Los militares norcoreanos, además, acostumbran a llevarse el uniforme a la tumba. Jo Myong Rok, número dos de la poderosa Comisión Nacional de Defensa, murió en el 2010 de un ataque al corazón a los 82 años.

LEGADO MILITARISTA / La mayoría de expertos occidentales apuntaban ayer a la purga. Detrás estaría el excesivo poder acumulado por Ri, que habría incomodado a su pupilo o a su círculo más próximo. En él se encuentra Jang Song-thaek, tío de Kim Jong-un y casado con su hermana, y considerado como el poder en la sombra.

«No deberíamos tomarnos en serio las explicaciones oficiales. Primero, los enfermos en Corea del Norte rara vez se retiran formalmente, sino que reducen su carga de trabajo. Y segundo, el Politburó no se reúne un domingo solo para jubilar a un general enfermo», sostiene poremailAndrei Lankov, experto en el país asiático.

Kim Jong-un, formado en una elitista escuela suiza, heredó un país de 24 millones de empobrecidos norcoreanos, que a duras penas aguanta con la ayuda humanitaria china después de que sus desmanes nucleares cerrasen el grifo estadounidense. El líder ha defendido el legado militarista, pero también ha elegido a mandos con bagaje económico para que saquen al país de la ruina.