Colonia celebra el carnaval en tensión
Carles Planas Bou
Periodista
Periodista tecnológico entre el mundo digital y la política internacional. Centrado en capitalismo de plataformas, IA, vigilancia y derechos digitales. Excorresponsal en Berlín durante más de cuatro años, cubrió los gobiernos de Merkel, la crisis de los refugiados y el auge de la extrema derecha. También ha trabajado en Europa Central y en Canadá. Graduado en Periodismo por la URL y máster en Relaciones Internacionales por la UAB. Ha colaborado con TV3, TVE, Deutsche Welle, Catalunya Ràdio, El Orden Mundial o El Salto.
CARLES PLANAS BOU / COLONIA
El carnaval transforma Colonia. El gris cubre el cielo de la ciudad alemana y el viento da fuerza a las cuatro gotas que caen. El tiempo no acompaña pero nada impide a sus locales celebrar una de las fiestas más populares del país. Música a todo trapo y disfraces de todos los tipos. Apenas son las cuatro del mediodía y las calles de esta localidad están desbordadas de personajes pintorescos y cantidades ingentes de alcohol.
Hace tan sólo un mes, las agresiones sexuales de Nochevieja golpearon la ciudad y conmovieron a toda Alemania. Colonia parecía una ciudad insegura y especialmente hostil para las mujeres. El escándalo creció hasta poner en jaque la ya cuestionada política migratoria de Angela Merkel. Este fin de semana parece que todo lo sucedido en fin de año se ha olvidado. La gente ocupa las calles, bailando, bebiendo y riendo sin control. La procesión se lleva por dentro. “Hay intranquilidad pero ahora la gente es más consciente y vigila”, remarca Yulia, una joven que observa la comparsa que desfila cerca de la catedral. “A pesar del miedo no queremos renunciar a una de nuestras tradiciones más antiguas”, remarca.
Paseando por las calles de Colonia uno se da cuenta de la inevitabilidad de que haya altercados. Durante el fin de semana la policía ha registrado hasta 143 incidentes en los que 22 se relacionan con agresiones sexuales. El más llamativo fue el que sufrió una periodista de la televisión belga, que fue tocada por un hombre fuertemente embriagado mientras realizaba una conexión en directo con el telenoticias. La imagen no tardó en recorrer las redes sociales, hiriendo aún más la reputación de la ciudad. Otro segundo caso más “serio” implicó una supuesta violación que se está investigando. La policía también ha apuntado a que se han detectado más de una treintena de robos mientas que hasta 11 agentes fueron heridos en diferentes incidentes.
MÁS SEGURIDAD
MÁS SEGURIDADPara evitar que se repitiera el escándalo de Nochevieja las autoridades de la ciudad han reforzado la seguridad, doblando el número de policías en alerta hasta los 2000 agentes, instalando cámaras de seguridad en los puntos más calientes de la ciudad y mejorando la iluminación de las calles. A pesar de ello se han cumplido las palabras de la alcaldesa Henriette Reker. “Haremos todo lo que esté en nuestras manos pero en actos así es imposible asegurar al 100% que nada sucederá”, alertó días antes del carnaval.
Algunos locales apuntan a que a pesar de su magnitud las agresiones no son una novedad. El año pasado se registraron 50 denuncias por ataques y una por violación. “Vivo aquí dese toda la vida y nunca habría ido en una celebración masiva delante de la estación central, es donde siempre hay más problemas, discusiones y robos”, asegura indignada Yulia. La presencia policial se nota especialmente entre los raíles del tren y la icónica catedral de la ciudad.
El escándalo de Nochevieja ha despertado recelos contra la comunidad musulmana. El escepticismo social contra la política migratoria crece mientras también lo hace la retórica hostil de la ultraderecha. En las calles de Colonia no se puede apreciar, todo es fiesta y un fuerte hedor a cerveza caliente. “No hay que culpar a los refugiados de ello porqué desgraciadamente siempre ha habido ataques sexuales en este tipo de actos masivos y con alcohol”, añade Marty, su marido, mientas observa el desfile entre sonrisas.
ALTRES CIUDADES EN ALERTA
ALTRES CIUDADES EN ALERTALas agresiones sexuales de Nochevieja fueron más allá de Colonia y llegaron a otras localidades como Düsseldorf. Eso ha hecho que la reacción durante las festividades también haya llegado a más puntos. En Bonn, Leverkusen o Duisburgo se ha incrementado el número de policías y, de momento, sólo se han practicado arrestos relacionados con pequeños altercados. El caso más grave se ha registrado en la ciudad de Herne, donde una amenaza llevó a cancelar el carnaval para niños. La policía encontró una carta en la que se aseguraba que “Alemania mata a todos los musulmanes” y una nota donde aparecía la palabra “infieles” escrita en árabe y alemán.
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