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La UE cierra filas con Matarella y pide un Gobierno estable

El presidente italiano Sergio Mattarella se dirige a los medios tras la reunión con el candidato a primer ministro Giuseppe Conte el pasado domingo 27 de mayo.

El presidente italiano Sergio Mattarella se dirige a los medios tras la reunión con el candidato a primer ministro Giuseppe Conte el pasado domingo 27 de mayo. / VINCENZO PINTO

Silvia Martinez

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“Tengo plena confianza, como creo la tienen todos los italianos en las instituciones italianas, empezando por el presidente de Italia que es el garante de la Constitución de Italia, que es maravillosa, muy sólida”. La vicepresidenta de la Comisión Europea y Alta representante para la política Exterior de la UE, la socialista italiana Federica Mogherini, ha sido una de las primeras dirigentes europeas en cerrar filas este lunes con Sergio Mattarella a raíz del pulso que mantiene con el Movimiento 5 Estrellas (M5S) y la Liga Norte.

La UE ha dejado claro que sigue confiando en su capacidad para servir los intereses del pueblo italiano y que, ante todo, quiere un Gobierno proeuropeo al frente de la tercera economía de la zona euro de ahí el alivio con el que muchos han respirado en las capitales europeas tras conocer la decisión de Mattarella de encargarle la formación de un Gobierno técnico a un exdirectivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) y director del Observatorio sobre las Cuentas Públicas de la Universidad Católica de Milán, Carlo Cottarelli.

“Reitero mi amistad y mi apoyo al presidente Mattarella que tiene una tarea esencial por delante, la de la estabilidad institucional y democrática de su país, lo que hace con mucho coraje y un gran espíritu de responsabilidad”, ha valorado el presidente francés, Emmanuel Macron. Ni Mogherini ni Macron, ni ningún otro dirigente europeo, han entrado a opinar sobre la decisión del presidente italiano de vetar al candidato a ministro de economía propuesto por el M5S y la Liga, un economista partidario de la salida del euro llamado Paolo Savona.

Hacerlo generaría acusaciones de intromisión y enfurecería aún más al movimiento anti euro. En la cumbre europea de finales de junio los mandatarios europeos esperan dar los primeros pasos para impulsar la reforma de la zona euro y con Italia en contra sería todo mucho más difícil. “En la situación de inestabilidad política actual va a ser muy difícil conseguir un acuerdo en junio”, admite abiertamente un diplomático europeo.

Cautela entre los 28

La decisión de Mattarella ha coincidido este lunes con una reunión de ministros de Exteriores en Bruselas que aunque han respondido con prudencia y cautela no han escondido sus preferencias. “Esperamos que Italia tenga un Gobierno proeuropeo pronto” aunque “en Alemania deberíamos de evitar dar ningún consejo sobre la formación de Gobierno porque nos llevó seis meses formar una coalición”, ha valorado con cautela el secretario de Estado alemán Michael Roth.

En el mismo sentido se ha pronunciado también el belga Didier Reynders que tampoco ha querido dar lecciones sobre la formación de gobiernos pero ha reconocido que lo ideal, antes que la celebración de nuevas elecciones, “sería privilegiar la formación de un Gobierno estable que pueda trabajar con eficacia”. Muchos temen que el resultado de unas nuevas elecciones deje un parlamento similar y agrave el actual impasse político. “No va a ser fácil”, ha reconocido el finlandés Timo Soini. Aunque no se ha pronunciado directamente sobre la situación italiana, el jefe de la diplomacia española, Alfonso Dastis, ha advertido que la incertidumbre, sea en Italia o por la moción de censura en España, no ayuda a garantizar la estabilidad que “Europa necesita en este momento”.

Críticas de la ultraderecha

La decisión de Mattarella no solo ha enfurecido a la coalición de Gobierno. También ha desatado una oleada de críticas entre sus principales apoyos europeos. La presidenta del Frente Nacional francés, Marine Le Pen, también ha reaccionado con virulencia y ha acusado a la UE y los mercados financieros de confiscar “de nuevo la democracia”. A su juicio, lo que está ocurriendo en Italia “es un golpe de Estado, un robo al pueblo italiano por instituciones ilegítimas”. Lo mismo piensa el eurófobo británico Nigel Farage que ha augurado electores italianos furiosos con el “establishment” por bloquear a nuevos ministros. “Si Italia hereda otro Mario Monti, otro primer ministro pro UE, esperen una cólera profunda”, ha avisado apoyando la celebración de nuevas elecciones.