El centroizquierda vuelve al poder en Canadá

Tras una década del conservador Stephen Harper, Justin Trudeau, del Partido Liberal, será primer ministro

El líder del Partido Liberal de Canadá, Justin Trudeau, y su mujer, Sophie, saluda a su electorado, en Montreal, este martes.

El líder del Partido Liberal de Canadá, Justin Trudeau, y su mujer, Sophie, saluda a su electorado, en Montreal, este martes. / nk/dec

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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Canadá ha dado la espalda a la década de políticas conservadoras de Stephen Harper y, tras las elecciones celebradas este lunes, tendrá como nuevo primer ministro a Justin Trudeau, líder del Partido Liberal, de centro izquierda, e hijo de uno de los mandatarios más carismáticos del país, Pierre Elliot Trudeau, considerado el padre del Canadá moderno, federalista, bilingüe y multicultural.

Aun con el recuento no acabado los últimos datos apuntan a una cómoda mayoría del Partido Liberal en la Cámara de los Comunes, con 186 de los 338 escaños, mientras que el Partido Conservador se queda en 108 escaños y el Nuevo Partido Democrático, la izquierda que en 2011 había desplazado al tercer lugar al Partido Liberal, ha colapsado y ha caído hasta los 33. El bloque quebequés tendría 10 escaños y el Partido Verde, uno.

"Una visión de la vida pública positiva, optimista y con esperanza no es un sueño naif, puede ser una poderosa fuerza de cambio", ha dicho esta madrugada en su primera aparición Trudeau, que fue profesor antes de llegar al Parlamento en 2008, está casado y tiene tres hijos y, a punto de cumplir 44 años (en Navidad), será el segundo primer ministro más joven de Canadá.

Pese a recordar que "los conservadores no son nuestros enemigos, son nuestros vecinos", Trudeau también ha presentado su victoria y su visión en claro contraste con las políticas de Harper, que en sus casi diez años de gobierno ha acometido una revolución conservadora girando a la derecha la política canadiense, tanto nacional como internacional. Las elecciones, de hecho, se interpretaban como un referendo sobre esa década y Harper, tras tres mandatos, ha acabado suspendiendo.

Ha pesado una economía estancada (por el descenso del precio del petróleo) pero también la división que han generado otras políticas, desde las económicas hasta la antiterrorista o la de refugiados y el trato a inmigrantes. Durante la larga campaña de 78 días se ha discutido, por ejemplo, la propuesta de Harper de prohibir que mujeres musulmanas llevaran el niqab cuando participaran en ceremonías adoptando la ciudadanía canadiense. "Canadá fue construida por gente de todos los rincones del mundo", ha dicho en su discurso de victoria Trudeau, que ha asegurado que "la diversidad del país es una bendición".

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