Bruselas tumba el presupuesto de Italia del 2019

La Comisión Europea devuelve por primera vez en la historia un borrador presupuestario y pide cuentas nuevas en tres semanas

Giuseppe Conte en el Senado.

Giuseppe Conte en el Senado. / periodico

Silvia Martinez / Bruselas

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Italia es consciente de que el borrador de presupuesto para 2019 remitido a Bruselas “no es conforme con las reglas de aplicación del Pacto de Estabilidad y Crecimiento” pero ha dejado claro que no tiene intención de modificarlo. Tras días de avisos y advertencias, la Comisión Europea ha decidido cortar por lo sano. En una decisión sin precedentes, el Ejecutivo comunitario ha decidido tumbar las cuentas italianas y pedir a Roma que envíe una nuevo presupuesto en un plazo de tres semanas, antes del 13 de noviembre.

"Por primera vez, la Comisión se ha visto obligada a pedir a un país de la Eurozona que revise su plan presupuestario. Las aclaraciones recibidas no nos han convencido. El Gobierno italiano contraviene conscientemente las recomendaciones", ha resumido el vicepresidente y responsable del euro, Valdis Dombrovskis. "Es un precedente. Nunca se había llegado a este punto. Es un momento grave y duro pero no es el fin del diálogo", ha añadido el comisario Pierre Moscovici, recalcando que la decisión no puede ser una sorpresa para nadie porque "estamos ante una desviación clara e intencionada de los compromisos realizados por Italia en julio pasado".

A raíz de la reforma del Pacto de Estabilidad de 2013, los países de la Eurozona están obligados a remitir sus planes presupuestarios antes del 15 de octubre a Bruselas para mejorar la coordinación de las políticas económicas y evitar riesgos para la estabilidad de la Eurozona. La Comisión Europea tiene desde entonces 15 días de plazo para decidir si pasan el filtro o pide su revisión revisados. Es lo que ha decidido el colegio de comisarios en la primera decisión de este tipo que toma en su historia, tras constatar que el borrador presupuestario italiano "se desvía sustancialmente de los compromisos" asumidos por Italia.

Desafío italiano

Bruselas responde así al desafío del Gobierno italiano cuyo borrador dispara el gasto público y triplica el déficit pactado, elevándolo al 2,4% del PIB en 2019 (frente al 0,8% previsto), el 2,1% en 2020 y el 1,8% en 2021. Una decisión "difícil pero necesaria porque el PIB sigue por debajo de los niveles previos a la crisis y los sectores más desaventajados de la sociedad italiana están experimentando condiciones económicas dramáticas", justificó el lunes Roma en la carta de aclaraciones remitida a la Comisión Europea.

Sus explicaciones no han sido suficientes. "La zona euro se ha construido en base a lazos de confianza. Hay normas iguales para todos y si se erosiona la confianza se perjudica a toda la unión", ha avisado Domvrovskis. A partir de ahora las autoridades italianas tienen tres semanas, hasta el 13 de noviembre, para remitir un borrador revisado. "Les animamos a que lo hagan lo más rápido posible. No es necesario agotar el plazo. Cuando recibamos el borrador prepararemos un nuevo dictamen. No es el final. El dialogo continúa", ha explicado Moscovici dispuesto a abrir la mano para seguir negociando con el ministro Giovanni Tria.

Procedimiento sancionador por deuda

Bruselas no tiene muchas opciones legales para obligar a la coalición de gobierno, formada por la Liga Norte y el Movimiento 5 Estrellas, a cumplir con sus requerimientos pero sí podría abrir un procedimiento sancionador por deuda excesiva que podría terminar en última instancia, tras un largo proceso, en sanciones. "Vamos a ir paso a paso", ha explicado Domvrovskis. "A día de hoy no tenemos una decisión tomada pero podríamos reevaluar esta cuestión", ha añadido.

La deuda pública italiana sigue en niveles estratosféricos. En el 131% del PIB, unos 37.000 euros por persona, y con un compromiso de reducirla al 126,5% en 2021, una cifra muy superior al 60% que fija como límite el Pacto de Estabilidad. "Un país que no se desendeuda es un país que se debilita. Pensamos que el presupuesto no va a reducir la deuda", ha avisado Moscovici que la ha definido como "un fardo que asfixia la economía" y el "enemigo del pueblo". "Solo el año pasado los intereses fueron de 64.000 millones, más que el presupuesto dedicado a la educación ", han alertado Domvrovskis y Moscovici.