Bruselas seguirá paralizada un día más y no reabrirá hasta el miércoles las escuelas y el metro
Las autoridades belgas siguen considerando que el riesgo de atentado es "grave e inminente"
Silvia Martinez
Periodista
SILVIA MARTÍNEZ / BRUSELAS
Nada ha cambiado. El riesgo de atentado terrorista en la región de Bruselas-capital sigue siendo “grave e inminente” y el nivel de alerta se mantendrá en el 4, el máximo nivel que existe en el país, al menos hasta el próximo lunes 30 de noviembre. Aún así, Bélgica quiere empezar poco a poco a recuperar una cierta normalidad y reabrirá sus escuelas, centros educativos y universidades a partir de este miércoles con medidas de seguridad reforzada. Ese día también empezará a circular gradualmente el metro, según anunciaba el primer ministro belga, Charles Michel.
“Es una señal de que queremos volver a una vida normal de forma progresiva”, ha explicado Michel tras un Consejo de Seguridad Nacional especialmente largo, que se prolongaba por espacio de casi cuatro horas. El Gobierno es muy consciente del impacto económico y social que tiene cerrar una ciudad de un millón de habitantes y considera que ha llegado el momento de empezar a reabrir la persiana poco a poco. Según las primeras estimaciones de The Retail Factory, que registra el paso de compradores por medio de escáneres que detectan los teléfonos móviles, este sábado ha habido un 68% menos de compradores en las tiendas que un sábado normal y un 53% en el caso del domingo. A nivel nacional la bajada ha sido del 25 y del 39%, respectivamente.
TRABAJAR DESDE CASA
Las repercusiones también se han dejado sentir este lunes, el primer día laboral de la semana y el tercero en máxima alerta. La clausura del metro y las limitaciones en el transporte público así como el cierre de escuelas ha trastocado la vida y la jornada laboral de muchas familias y ciudadanos que optaban o bien por tomarse el día libre o bien por trabajar desde sus casas. Salvo en el centro, muchos comercios levantaban la persiana, pero la ciudad ha seguido sumida en una semiparálisis que previsiblemente continuará este martes. Y es que, el análisis del gobierno sigue siendo el mismo. “Nos enfrentamos al mismo tipo de amenaza y los objetivos potenciales son los mismos: lugares donde se concentra mucha gente como zonas y centros comerciales y el transporte público”, ha insistido Michel.
De ahí la consigna generalizada para toda la región de Bruselas: disminuir al máximo los grandes eventos que concentran a muchas personas para garantizar seguridad de la población -una docena de museos y exposiciones seguirán cerradas hasta el viernes-, limitar el transporte en común y mantener las escuelas cerradas un día más mientras toman las medidas oportunas para reforzar la seguridad desde el miércoles. Al hilo de esto, los 19 alcaldes de la región de Bruselas han solicitado al gobierno que despliegue en los próximos días 288 policías adicionales para vigilar los 562 centros educativos que existen en la región.
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Paralelamente, la ministra de educación, Joelle Milquet, ha remitido una circular a los responsables de las escuelas de primaria y secundaria en las que recomienda cuatro medidas. Para empezar, que haya una persona responsable capaz de identificar a cada alumno y cada padre, que deberá disponer de un teléfono móvil para alertar con rapidez ante cualquier sospecha. En segundo, que limiten al máximo las aglomeraciones de padres delante de la escuela. En tercer lugar, cerrar las puertas de acceso a la escuela y que haya una sola entrada posible vigilada de forma permanente. Por ultimo, ha sugerido a los directores que examinen la posibilidad de crear una zona refugio o habitación segura donde tanto profesores como alumnos puedan protegerse en caso de incidentes.
DEMANDA DE TROPAS
El Gobierno ha insistido en que las autoridades policiales y los servicios de inteligencia trabajan sin descanso para garantizar la protección de los ciudadanos. “Hemos hecho un trabajo gigantesco”, aseguraba Michel. “Haremos todo lo posible para mantener la situación bajo control”, ha añadido. El nivel de alerta se mantendrá en el 4 en la región de Bruselas y en el 3 en el resto de Bélgica porque el riesgo de atentado en el resto del país es “posible” y “verosímil”. De hecho, el gobierno también desplegará al ejército en otras zonas fuera de la capital. El órgano de coordinación para el análisis de la amenaza (OCAM) volverá a evaluar la situación el próximo lunes.
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