CONMOCIÓN EN MÉXICO

El barón de la droga se fuga de nuevo de un penal mexicano

TONI CANO / MÉXICO

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Considerado el narcotraficante más poderoso de la historia, Joaquín 'el Chapo' Guzmán, jefe del cártel de Sinaloa, se fugó este domingo por segunda ocasión de una cárcel de alta seguridad mexicana. Por un hueco en la ducha, bajó una escalera vertical de 10 metros, recorrió un túnel de kilómetro y medio y salió por una casa en construcción, libre, a 25 kilómetros de Toluca y 90 de la capital del país. Desde Francia, donde este lunes inicia una visita de Estado, el presidente, Enrique Peña, dijo consternado que esa fuga es una «afrenta para el Estado mexicano».

Al presidente se le escapó su trofeo principal -entre una veintena de capos- apenas año y medio después de su detención. Con la mano en el pecho, Peña decía en febrero del 2014: «Sería algo más que lamentable, imperdonable; es responsabilidad del Gobierno que la fuga no se vuelva a repetir». Pues se repitió. En el 2001, el Chapo se evadió de la prisión de Jalisco -Puente Grande, conocida desde entonces como 'Puerta Grande'- entre la ropa sucia, en un carrito y un camión de limpieza, tras sobornar a 80 funcionarios. Ahora, a sus 58 años, lo ha hecho de la cárcel más segura del país, la del Altiplano, en el páramo de Almoloya, en el estado de México, vecino a la capital.

El sistema de videovigilancia del penal -explicaba el comunicado de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS)- dejó de tenerlo en pantalla poco antes de las nueve de la noche del sábado (cuatro de la madrugada en España), cuando «se aproxima al área de la regadera (ducha) de su estancia, donde habitualmente, además de su aseo personal, lavan sus enseres». El presidente del CNS, Monte Rubido, tuvo que explicar horas después que en la ducha de la celda se encontró «un hueco de 50 por 50 centímetros y de metro y medio de profundidad que comunicaba con un conducto vertical de 10 metros habilitado con una escalera».

Abajo, se encontró lo mismo que había rodeado muchas viviendas del capo: «Un túnel de longitud indeterminada pero que en línea recta representa más de 1.500 metros». El túnel, de 1,70 metros de alto y entre 70 y 80 centímetros de ancho, explicó Rubido, «cuenta con tubería de pvc para ventilación, alumbrado y una motocicleta adaptada sobre rieles como mecanismo de extracción», de la tierra removida y quizá de traslado del fugado. Con salida a una casa en obra negra, pero con «mobiliario, enseres y objetos que indican que había presencia de trabajadores».

DESPLIEGUE POLICIAL

Entre toda esa zona y la ciudad de México se registraba ayer un espectacular despliegue policial, bajo «alerta roja», con innumerables «puntos de revisión», mientras una veintena de funcionarios del penal de Almoloya eran interrogados en la capital. «Suspendida la entrada y salida de personas», los familiares de los presos se hacinaron en el único local que ofrece comida y cigarros cerca de la prisión, mientras que «el personal que estaba en funciones» quedó retenido en el penal. La Fiscalía general iniciaba las «investigaciones correspondientes».

Alfredo Guzmán, uno de los hijos del capo, indicó ayer en Twitter: «Se fuga nomás se le pega la gana».