Aylan y 70 niños más

Las islas griegas ubicadas frente a Turquía contaron este viernes al menos 25 muertos. Es el balance provisional de los tres naufragios que acontecieron solo en el lapso de unas pocas horas en un mar, el Egeo, que cada día amanece teñido de cadáveres. «Y será todavía peor con la llegada del invierno y el empeoramiento de las condiciones de navegación. Ya tenemos casos de hipotermia», alerta Elisa Galli, coordinadora de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Kos.

De los 25 cuerpos recuperados del mar, al menos 15 eran niños. Desde que Aylan Kurdi fue retratado boca abajo, inerte, en una playa turca, son ya más de 70 los menores que han perdido la vida en esta cada vez más arriesgada travesía marítima. En el caso del naufragio de este viernes junto a las costas de Kalymnos en el que perecieron 19 personas, 11 de ellos eran niños de entre dos meses y 16 años.

Según Galli, desplazada a Kalymnos, hay 30 personas hospitalizadas en esa isla y dos casos graves que han sido derivados al centro médico de la cercana Samos. La mayor parte de los náufragos son de nacionalidad siria.

«La barca que ha naufragado no era una de esas hinchables: esta era de madera. Por los testimonios que hemos recogido hasta el momento, parece que alrededor de la medianoche [del jueves al viernes] se ha acercado otra barca que ha provocado grandes olas y ha entrado mucha agua», explica a EL PERIÓDICO en conversación telefónica desde la isla griega.

Es el peor naufragio que ha habido jamás en torno a Kalymnos, pero solo el segundo en la funesta clasificación del Mediterráneo en lo que va de semana. En el rescate participaron guardacostas, una barca de la misión europea de protección de las fronteras comunitarias (Frontex) y pescadores locales, además de voluntarios que han dado comida y ropa a los supervivientes. La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) ha reservado alojamiento para que puedan pasar la noche en un lugar seguro. «La situación se está volviendo insostenible, porque hay naufragios así cada día», lamenta Galli.

Los otros naufragios del día se produjeron frente a la isla de Lesbos y la de Rodas. En la primera, los guardacostas se sirvieron de tres barcos y un helicóptero para rescatar a 19 inmigrantes, mientras que cuatro niños de entre uno y cuatro años no sobrevivieron. En el caso de Rodas, solo 6 de los 13 pasajeros de una pequeña embarcación pudieron ser salvados: un bebé, un niño y un adulto se ahogaron, mientras que otros cuatro permanecen desaparecidos, informa la agencia de noticias Reuters.

«Las olas del Egeo no solo están arrastrando refugiados muertos, sino también la propia civilización de Europa», dijo el primer ministro griego, Alexis Tsipras, ante el Parlamento. «Como miembro de este liderazgo europeo, me avergüenzo de la incapacidad de Europa para tratar con este drama», añadió.Por ejemplo, en la isla de Kos, después del cierre del hotel abandonado Captain Elias, que hacía de improvisado campamento de refugiados, los inmigrantes han tenido que recurrir a los parques de la localidad. «El único sitio en el que hemos podido colocar retretes y duchas [por la negativa de las autoridades locales] es en una excavación arqueológica a unos kilómetros del centro de la ciudad», indica Galli.

LOS BOMBARDEOS RUSOS

Las cifras del éxodo se han disparado en Siria desde que Rusia entró a bombardear del lado del presidente Bashar al Asad. Solo entre los días 1 y el 7 de octubre, en torno a 43.000 personas llegaron a las islas griegas, según las cifras de la Organización Mundial para la Migración (OIM).

Esta misma fuente suma casi 3.300 muertos o desaparecidos en el mar Mediterráneo en lo que va de 2015, mientras que las llegadas a la Unión Europea por mar son más de 710.000 en el mismo período. La mayor parte de ellas a Grecia, por la que Frontex denomina Ruta del Mediterráneo Oriental. Según sus cálculos, casi 360.000 personas cruzaron hasta septiembre desde Turquía a Bulgaria, Chipre o Grecia, la inmensa mayoría a esta última, procedentes de Siria y por vía marítima.