Un avión ruso con 224 personas se estrella en el Sinaí

«Atrapados en sus asientos y con los cinturones abrochados. Todos muertos». Así encontraron los equipos de rescate a muchas de las víctimas del accidente aéreo que se produjo ayer en la península egipcia del Sinaí. Eran 224 personas, 217 pasajeros y 7 miembros de la tripulación. Entre el pasaje había 214 rusos y 3 ucranianos. 17 de ellos eran niños. La gran mayoría eran turistas que regresaban a casa tras pasar unos días de relax y sol en la ciudad balneario de Sharm al Sheij, al sur del Sinaí.

Despegaron del pequeño aeropuerto de esta localidad poco antes de las seis de la mañana (hora local) en un Airbus 321, en el vuelo KGL-9268 de la compañía rusa Kogalymavia, con destino San Petersburgo (Rusia). Cuando llevaba 23 minutos de vuelo y volaba a 30.000 pies de altura, a las 06.20 horas, el aparato perdió contacto con los radares, según las autoridades aéreas de Egipto.

El comandante del avión había hablado con el control aéreo poco después de despegar para alertar de que la aeronave sufría un fallo técnico e informar de que necesitaba aterrizar en el aeropuerto más cercano, según explicó el jefe de la Comisión de Accidentes de Aviación de Egipto, Aimán al Moqdam. El avión se estrelló cuando intentaba acercarse al aeropuerto de la ciudad de Al Arish (norte del Sinaí) para aterrizar.

Cuando el vuelo desapareció de las pantallas del control aéreo se temió lo peor. Pocas horas después, aviones militares egipcios localizaron los restos del avión en una zona montañosa cercana a Al Arish y 50 ambulancias salieron hacia allí, según indicó la oficina del primer ministro egipcio, Sherif Ismail.

APARATO PARTIDO EN DOS / Un miembro de los equipos de rescate citado por la agencia Reuters explicó que «el avión está partido en dos: la zona de la cola, más pequeña y quemada, y el resto, más grande y que chocó contra las rocas».

Algunos medios de comunicación indicaron que miembros de los equipos de rescate oyeron voces y lamentos de supervivientes heridos. Pero pronto se supo que todos los pasajeros y tripulantes estaban muertos, según confirmaron las autoridades egipcias y rusas. Los cadáveres fueron evacuados de la zona del siniestro, de difícil acceso, en aviones militares a la morgue de Zeinhum, en El Cairo. Los cuerpos se etiquetaron con números para tomarles muestras e identificarlos.

Un equipo especializado encontró las cajas negras del avión entre sus restos, según confirmó el ministerio de Aviación Civil. Los primeros exámenes apuntaron a que el siniestro fue causado por un fallo técnico. Los gobiernos egipcio y ruso descartaron que se tratara de un atentado. No obstante, el Ministerio de Aviación Civil señaló que era «prematuro» determinar las razones del accidente. A pesar de que El Cairo y Moscú descartaron la hipótesis de un ataque, el grupo Wilayat Sina' (Provincia del Sinaí), la filial egipcia del Estado Islámico (EI), aseguró haber derribado el avión. En un comunicado cuya autenticidad no se pudo confirmar, Wilayat Sina' declaró que «los soldados del califato pudieron derribar un avión ruso que sobrevolaba el Estado del Sinaí con más de 220 cruzados rusos».

«Que sepan los rusos y sus aliados que no hay seguridad para ellos en la tierra de los musulmanes ni en sus espacios aéreos. Mueren decenas de personas en el territorio de Shams (Siria) por los bombardeos de sus aviones. Igual que matan, se les matará», concluyó el texto. Aunque no está clara la autoría del Estado Islámico, las aerolíneas Air France y Lufthansa anunciaron que dejaban de sobrevolar el Sinaí. La península del Sinaí está azotada por ataques de grupos insurgentes, principalmente Wilayat Sina'. A causa de la violencia, el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, extendió el estado de emergencia tres meses más en el norte del Sinaí, el miércoles pasado.

El presidente egipcio transmitió ayer por teléfono su pésame al presidente ruso, Vladímir Putin, que decretó la jornada de hoy de luto nacional en Rusia. Sisi garantizó al jefe del Kremlin que expertos rusos podrán participar en la investigación del caso. Moscú examinará si la compañía Kogalymavia incumplió alguna norma de aviación.