CRECEN LAS DUDAS

Arabia Saudí se contradice en sus propias versiones del 'caso Khashoggi'

Pompeo en arabia saudi con ek rey salman bin abdelaziz

Pompeo en arabia saudi con ek rey salman bin abdelaziz / periodico

Adrià Rocha Cutiller

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Primero dijeron que todo era mentida y rumores: que Jamal Khashoggi, el periodista desaparecido en el consulado saudí de Estambul el 2 de octubre pasado, entró en el recinto para salir tan solo unos minutos después. Que si estaba desaparecido era, lo más seguro, porque había decidido escapar de su novia y futura esposa.

Así pasaron dos semanas. La presión a Riad subía pero la monarquía del Golfo aguantaba; hasta este sábado. Entonces dieron otra versión: que Khashoggi, al entrar en el consulado, fue recibido por el grupo de 15 saudís expresamente enviados a Estambul «para convencerle de volver». Que el periodista se negó, empezó a dar puñetazos y, en la pelea, acabó muriendo. Entre estos 15 individuos, ahora detenidos en Arabia Saudí, había altos cargos y un médico forense. Poca gente, ni siquiera los servicios de inteligencia estadounidenses, creyó esa versión.

«Fue una operación sin autorización. Una operación en la que unos individuos acabaron excediendo la autoridad y la responsabilidad que tenían. Cometieron un error cuando mataron a Khashoggi e intentaron taparlo», dijo en una entrevista el ministro de Asuntos Exteriores saudí, Adel al Jubeir. El ministro, en esa misma entrevista, dijo que su gobierno no sabe cómo han matado al periodista; y lo dijo este domingo: un día después del comunicado que explicaba la pelea.

Nuevas versiones

Y después, este lunes, más versiones desde Riad. Una que contradice las anteriores. Dos oficiales anónimos han asegurado que el grupo de 15 saudís le dijo a Khashoggi, cuando este entró por la puerta del consulado, que iban a drogarlo para luego secuestrarlo y llevarlo de vuelta a Arabia Saudí. Khashoggi gritó para que los trabajadores del consulado lo oyeran y, para callarlo, los integrantes del comando le taparon la boca y estrangularon: murió entonces.

Después, según estas fuentes saudís, se desnudó el cadáver de Khashoggi, que sería enrollado en una alfombra y entregado a un intermediario turco encargado de deshacerse de él. La ropa del periodista —además de una barba falsa— se la puso uno de los llegados ese día de Riad, Mustafa al Madani, que iría de paseo por Estambul y sus zonas turísticas para probar, así, que Khashoggi se había ido del consulado por su propio pie. Fuentes de la investigación turca incluso aseguran que lo más probable es que Al Madani fuese enviado a Estambul por su parecido físico con Khashoggi.

Ahora también se sabe que se intentó ocultar la desaparición del periodista haciendo salir del mismo consulado a uno de los supuestos implicados en el asesinato vestido con la ropa de Khashoggi. Un vídeo difundido por la CNN desvela que uno de los funcionarios saudís que formaba parte del grupo de 15 miembros de seguridad sale del consulado intentado hacerse pasar por Khashogi, ya que llevaba su traje.  

Turquía no les cree

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha prometido que este martes por la mañana dará la «cruda verdad» de lo ocurrido ese 2 de octubre en el consulado. Mientras tanto, miembros de su gobierno se han dedicado a criticar y desdeñar las versiones saudís y a pedirle a Riad que, a parte de hablar, aporten pruebas de lo que dicen.

No lo han hecho: «Cuanto más pensamos en ello, más sentimos que se están riendo de nosotros —ha dicho este lunes Yasin Aktay, asesor personal de Erdogan—. Uno no puede evitar dudar en cómo puede ser que haya una pelea a puñetazos entre un grupo de 15 luchadores expertos y un hombre de 60 años, solo y sin protección. [Los saudís] no explican nada. Al contrario: solo consiguen levantar más preguntas. Sus explicaciones parecen creadas sobre la marcha».

La investigación turca, cuyos detalles han ido siendo filtrados en cuentagotas a la prensa, da una versión de lo ocurrido muy distinta a la saudí. Según Turquía, Khashoggi fue torturado y descuartizado vivo en el consulado con un serrucho para cortar huesos que el médico forense venido de Riad se había traído de viaje a Estambul. El Gobierno turco asegura tener pruebas audiovisuales de ello. Si existen, de momento, no han sido publicadas.

La prensa turca desvela también, sin citar fuentes, que uno de los saudís que es encontraban dentro del consulado en el momento del asesinato de Khashoggi llamó hasta cuatro veces al jefe de gabinete del príncipe heredero, Mohamed bin Salman.

Occidente protesta

Ante todas las contradicciones, la cancillera alemana, Angela Merkelha congelado la venta de armas a Arabia Saudí hasta que se esclarezca lo ocurrido. Ha pedido, además, que los otros países de la UE también lo hagan. Lo único que se ha atrevido España a hacer, por el momento, es mostrarse «consternada» y a dar su pésame a los familiares de Khashoggi.