El año en el que el Reino Unido perdió la brújula

Un año después de avalar el 'brexit' en referéndum, el Reino Unido vive impactado por el terrorismo y el vuelco electoral

El Reino Unido y los Veintisiete inician hoy la negociación del 'brexit'.

El Reino Unido y los Veintisiete inician hoy la negociación del 'brexit'.

BEGOÑA ARCE / LONDRES

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Un año después del voto a favor del ‘brexit’, el Reino Unido se encuentra en un estado de confusión lamentable. Ni británicos, ni residentes extranjeros, ni empresarios, ni diputados, saben a qué atenerse. Los doce últimos meses han sido los más sombríos en la historia reciente del país. Una sucesión de sobresaltos desestabilizadores. Los ataques terroristas han alimentado el miedo y la inseguridad. La tragedia evitable del <strong>incendio</strong> de la <strong>torre Grenfell</strong>  ha causado una conmoción social. La caótica respuesta del Gobierno y su descalabro electoral pesan en el ánimo y en los sondeos.

EL TIRO POR LA CULATA

Hace un año todo era muy diferente. El entonces primer ministro, David Cameron, gobernaba con una mayoría ajustada, pero suficiente. El referéndum debía reforzar su poder y acallar a los conservadores euroescépticos. El tiro le salió por la culata. El 52% de los británicos votó por la salida, contra el 48% por la permanencia. El país quedó dividido y así sigue. Cameron dimitió y se dedica a escribir sus memorias en el jardín de una de sus propiedades. La libra esterlina cayó y a la larga puede llegar a perder un 10% de su valor. Importantes firmas de la City han iniciado el éxodo, recolocando a sus empleados en otras capitales europeas. Otros sectores también se resienten.

EL BRITÁNICO DURÓ UN DÍA 

De acuerdo con la Asociación de Productores de Frutas Veraniegas (British Summer Fruits), los precios de frutas como las fresas aumentarán en un 50% si el Gobierno impone severas restricciones a la entrada de trabajadores de la Unión Europea. En torno al 95% de los 29.000 temporeros que llegan al Reino Unido cada año para recolectar frutas y hortalizas, proceden de países de la UE. En Tuesley Farm, en el condado de Surrey, al igual que en otras plantaciones en Inglaterra, ya tienen problemas para reclutar mano de obra. Y con los británicos no se puede contar.

“En cinco años hemos tenido sólo un británico que vino a recoger fruta. Duró un día”, ha contado Andrzej Zygora, un polaco que comenzó recogiendo fresas siendo estudiante y ahora, a los 38 años, es capataz de la plantación. El propietario, Harry Hall, voto ‘brexit’, “por la soberanía”, pero ahora lo lamenta y teme que su negocio acabe en bancarrota. “El Gobierno no indica claramente si va a apoyar a los horticultores”, afirma. La caída de la libra y el ambiente enrarecido hacia los extranjeros, hace menos atractivo el Reino Unido para los temporeros, de Rumanía, Polonia y Bulgaria, -la mayoría en el sector-, que están poniendo rumbo a Holanda y Alemania.

El problema es similar en la hostelería. Cualquiere que se de un paso por Londres verá  en los cafés anuncios pidiendo personal. En los 330 establecimientos de la cadena de sándwiches Pret a Manger, el 65% de los empleados procede de UE y sólo uno de cada 50 solicitantes de empleo es británico. “Va a ser muy muy duro poder reemplazar a los empleados de la UE”, advierte Ufi Ibraim, de la Asociación Británica de Hostelería.

Pero el peligro mayor es la sanidad. El 55% de los médicos europeos que trabajan en el Sistema Nacional de Salud Pública (NHS) están considerando marcharse del país. La NHS necesita 30.000 enfermeros y enfermeras. Pero el número de  solicitudes de miembros de la UE ha caído un 96% según cifras oficiales.

CORBYN SUPERA A MAY

Tras aquel cañonazo que fue el referéndum, las luchas por el liderazgo conservador se reavivan ahora. Boris Johnson fue apuñalado por su compañero de campaña Michael Gove. Ambos forman hoy parte de un Gobierno en minoría, al frente del cual hay una <strong>primera ministra humillada</strong>, <strong>desautorizada </strong>e <strong>irrisoria.</strong>

Una novedad es que el UKIP, el partido que impulso la consulta, ha quedado barrido del mapa. La otra sorpresa es el avance de los laboristas, con un programa radicalmente de izquierdas. A la hora de elegir a quién prefieren como primer ministro, en el sondeo publicado el viernes por el diario 'The Times', Jeremy Corbyn (35%) supera por primera vez a Theresa May (34%).  “Estamos a la espera de llegar al Gobierno”, ha advertido Corbyn. Ahora incluso en su partido le toman un poco más en serio.

Es altamente improbable que May se mantenga en el cargo a lo largo de todo el proceso negociador con Bruselas. En Europa se hacen cruce ante el desbarajuste británico. La petición de divorcio se formalizó el 29 de marzo, nueve meses después del referéndum. May abogaba por un ‘brexit duro’. Salida del mercado único, salida de la unión aduanera, fin de la libertad de movimiento. Iba muy sobrada, empleando un lenguaje beligerante y hostil. Ahora, sin mayoría en el parlamento, sin mandato, ni los votos suficientes en la Cámara de los Comunes, May habla de “consenso”. No le queda otra.