ANÁLISIS

Amenaza tormenta

ALBERT GARRIDO

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La coreografía del final de mandato de Cristina Fernández de Kirchner, la judicialización del traspaso de poderes a requerimiento de Mauricio Macri y la presidencia interina durante unas horas de Federico Pinedo constituyen un mal presagio más que un sainete. En esa coreografía de la plaza llena para cerrar el kirchnerismo, en el mejor o el peor estilo del populismo peronista, según se mire desde el bando de los afectos o del de los desafectos, y en la prepotencia del vencedor alienta el ánimo de la confrontación a toda costa, del frentismo y del desafío en la calle. Todo es algo más que un “berrinche litúrgico” de la presidenta saliente, como ha escrito un comentarista de 'La Nación'.

El peronismo dispone de una capacidad de movilización de la que carecen el resto de partidos y coaliciones argentinos. Tiene a su lado, aunque no siempre, a un sindicalismo imprevisible, con un alma ideológica variopinta y una militancia heteróclita, y tiene, en fin, una tradición política que ha logrado poner en duda la argentinidad de cuanto queda fuera de su universo. El peronismo es en gran medida la ideología espontánea y la cultura hegemónica de un amplísimo segmento de población acostumbrado a los hábitos clientelares de un poder con un discurso socializante.

Mauricio Macri es un misterio encerrado en un enigma, pero el peronismo ha preferido poner el parche antes que la herida y ha recurrido a la política del balcón para la ceremonia de despedida. Pareciera que sigue vigente la sentencia de Evita Perón: “No dejaré piedra sobre piedra que no sea peronista”. El estancamiento económico, la inflación y los que quebrantos de las postrimerías del kirchnerismo cuentan menos que la marca, que esa capacidad demostrada por los herederos del justicialismo de gobernar en la victoria y en la derrota, desde la Casa Rosada y desde la vía pública si la ocasión lo requiere. O de marcar la agenda mediante la ausencia de Fernández de Kirchner en la ceremonia de inicio de mandato de Macri. Amenaza tormenta.