PARTIDO CONTRA LAS CUERDAS

Alemania aprueba retirar la financiación pública a los neonazis

Participantes en un acto del partido neonazi NPD en Erfurt (Alemania)

Participantes en un acto del partido neonazi NPD en Erfurt (Alemania) / periodico

Carles Planas Bou

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El final del partido neonazi alemán parece cada vez más cerca. Este viernes el Senado (Bundesrat) ha aprobado una solicitud en la que se pide excluir al ultraderechista Partido Nacionaldemócrata de Alemania (NPD, por sus siglas en alemán) de los fondos de financiación que el Estado otorga a las formaciones políticas con representación pública.

Seis días después de que Alemania conmemorase el día de la memoria del Holocausto, representantes de los 16 estados federados han aprobado una petición al Tribunal Constitucional para que se retire esa financiación pública. “Nuestra democracia se basa en el debate, pero también debe ser defendida”, ha remarcado la ministra-presidenta del Sarre, la cristianodemócrata Annegret Kramp-Karrenbauer. La mitad de esos fondos para el NPD se han financiado hasta ahora con impuestos de los ciudadanos.

La ley alemana prevé que todos los partidos políticos reciban fondos públicos, en una cifra que varía dependiendo de su representación en los parlamentos. Tras perder votos en el 2016 y quedarse sin representación en ningún Parlamento regional, el NPD se acogía a esa ayuda económica gracias a que uno de sus miembros, Udo Voigt, es eurodiputado desde mayo del 2014. Amparándose en la legislación, esa condición de representante se tradujo en el 2016 en casi un millón de euros de subvención. En las elecciones del 24 de septiembre la formación neonazi, fundada en 1964 y formada por 5.200 militantes, obtuvo 176.020 votos, otra sangría que los limitaba aún más.

Gesto definitivo

La decisión de este viernes puede ser el gesto definitivo en una larga lista de medidas para limitar al partido neonazi. En el año 2003 el Estado intentó ilegalizar el NPD, pero fracasó después de destaparse que hasta 30 de los 200 miembros de la cúpula fascista eran agentes de los servicios de inteligencia infiltrados para obtener información del grupúsculo. En enero del año pasado el proceso de ilegalización volvió a hundirse con la negativa del Tribunal Constitucional, que consideró que, a pesar de querer imponer un sistema autoritario, el limitado peso del partido no le daba “potencial” para derrocar la democracia.

Así, se pasó a dañar los bolsillos del NPD para asegurarse su desarticulación. En junio del año pasado el Parlamento federal, el Bundestag, aprobó por mayoría absoluta una enmienda constitucional para excluir de la financiación estatal a aquellos partidos que tienen como objetivo “menoscabar o eliminar el orden básico democrático libre o poner en peligro la existencia de la República Federal de Alemania”. El NPD ha pedido reiteradamente una “Europa blanca” y ha participado en aniversarios para homenajear a Adolf Hitler.

La ultraderecha crece

La estructura del NPD puede desvanecerse pero el movimiento ultraderechista y neonazi en Alemania sigue vivo. En septiembre del 2016, la pérdida de votos en las elecciones regionales condenó al partido a perder hasta 1,4 millones de euros de financiación pública. Pero muchos de esos votantes se pasaron a las filas de Alternativa para Alemania (AfD), amalgama de euroescépticos, ultraconservadores, nacionalistas y voto de protesta que se ha convertido en la marca blanca de la islamofobia en el Parlamento federal. El 12,6% de los votos obtenido en septiembre le sitúa como tercera fuerza del país. De materializarse otro Gobierno entre conservadores y socialdemócratas pasará a ser el principal partido de la oposición.