'¿Quién quiere casarse con mi hijo?' se cierra con 'tres bodas' y un 'funeral'

La final de '¿Quien quiere casarse con mi hijo?' se resolvió esta noche en Cuatro a la manera de 'Tres bodas y un funeral'. Los tres enlaces estuvieron protagonizados por el modelo Rubén, el stríper David y el empresario Luis Ángel, quien tuvo que oficiar antes una especie de sepelio en la persona del 'malvado' Juan Carlos para poder resucitar a su olvidado Mohamed. Los otros dos concursantes, el abogado 'pijín' José Luis y el informático virgen Daniel, les dieron calabazas a sus pretendientes y les juraron amor eterno a sus madres, que seguirán con ellos en su regazo. Daniel no podrá perder la virginidad con su progenitora, mientras que José Luis continuará de la mano de la famosa Toya su vertiginosa carrera por los platós.

La historia mejor cerrada de la noche llegó con el homosexual Luis Ángel y su madre Mari Carmen, que tuvo que hacer un gran esfuerzo para no ponerse a chillar cuando la presentadora Luján Argüelles le mostró las imágenes de los cuernos encamados que le pusieron los dos pretendientes a su hijo. Lo curioso fue que al principio confundió a uno de los amantes con su hijo, lo que la dejó indiferente. "Me había parecido Luis Ángel, pero ahora estoy muy cabreada porque esto es una traición de dos personas que han estado jugando con él", masculló. Antes de que su hijo viera el video, le adelantó el papelón que había hecho con su 'aventura matrimonial': "Has quedado a la altura del barro, por no decir como un cornudo". "Ahora me arrepiento de haber eliminado a tu amigo Mohamed", le reconoció a su madre el joven traicionado tras ver las imágenes del delito. En la cita final, Luis Ángel y la presentadora le hicieron creer a Mari Carmen que el que iba a aparecer por la puerta de los elegidos era Juan Carlos. Pero este había sido 'despachado' unas horas antes por Luis Ángel mostrándole por sorpresa el video traidor. Juan Carlos, presa de una risa nerviosa, solo acertó a decir: "Yo no he matado a nadie. Te lo has tomado a la defensiva". Ya a solas frente a la cámara, el joven 'cornudo' dejó una reflexión para la historia: "Todo esto me lleva a pensar que el amor homosexual no existe".

Al final, quien apareció por la puerta grande fue Mohamed ante la sorpresa de Mari Carmen, que bendijo complacida la "segunda oportunidad" que le dio su hijo al joven árabe entregándole un anillo de desagravio.

Desconfianza y falta de afecto

Los otros dos anillos 'de verdad' fueron a parar a María (el del químico catalán David) y a Graci (el del futuro periodista Rubén). La madre de David avisó antes de conocer el nombre de la elegida que iba a tener que convencerla para que se fuese a vivir a Catalunya. La candidata descartada, Raquel, no se lo tomó nada bien y le echó una especie de maldición televisiva a su 'frustrado' marido por haber optado por la carne joven: "Te vas a pasar toda la vida cambiando pañales". Antes, había dejado una lúcida diagnosis sobre los motivos de la elección: "Le están manipulando dos rubias descerebradas".

La desconfianza y la falta de afecto fueron las motivaciones esgrimidas por José Luis y Daniel, respectivamente, para continuar con su soltería y entregarle el preciado anillo a sus madres. El abogado complació a Toya, a la que no le hacía gracia ninguna de las pretendientas porque, entre otras cosas, no eran "del PP y del Madrid", como había pedido encarecidamente al principio del programa. En cuanto a Daniel, decidió dar otra oportunidad a su madre para que le hiciera olvidar que de pequeño había faltado a su comunión y le había abandonado por un nuevo novio. "No he visto cariño en ti", le espetó a Zaida, por quien se había decantado después de que un impagable amigo le hubiera aconsejado al joven virgen en estos platónicos términos: "Quédate con ella porque tienes que vaciar el depósito: ahí tienes hasta para el tercer mundo". El depósito de este fino docu-reality ha quedado esta noche vacío, pero la segunda temporada, ya firmada, amenaza con llenarlo otra vez.