ANÁLISIS

La lírica del 'hacker'

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JUAN MANUEL FREIRE

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¿Recuerdan cuando los discos tenían una fecha de salida y podían llegar a formarse colas en las tiendas horas antes de su apertura para pillar una de las primeras copias de esa nueva, ansiada referencia? No, yo tampoco.

Corren malos tiempos para la lírica en todas sus formas. Y la lírica del disco no podía ser menos. Ahora, los lanzamientos aparecen en la red días, semanas, a veces incluso meses antes de llegar a las tiendas. Esas filtraciones proceden, en teoría, de maleantes virtuales. En teoría.

Las discográficas se adaptan a los nuevos tiempos y si ahora la lírica que se impone es la lírica delhacker, con ello habrá que cargar. La llegada supuestamente ilegal a la red de una nueva canción de un artista popular (o uno o varios fragmentos) genera ruido y ese ruido es promoción. Unafiltración es mucho más efectiva, a efectos publicitarios, que una llegada ordenada, programada y oficial.

Hace poco se anunciaba que la artista de ecléctico electro-popM.I.A.amenazaba con filtrar su nuevo disco tras acaloradas discusiones con su discográfica. ¿Rivalidad auténtica o ficción productiva? La noticia de esta discusión y de la posible filtración ha generado más líneas que las reseñas del últimosingledeM.I.A.,lanzado hace unos meses.

El pasado mes de abril se habló hasta el delirio sobre si cierta filtración delGet luckyde Daft Punk era real o no lo era. La canción es maravillosa y se merece las grandes ventas que ha tenido, pero suponemos que toda esta polémica ayudó a acrecentar su popularidad, su presencia omnisciente.

Se rumorea también que el raperoJ. Colefiltró él mismo su último disco,Born sinner. Casualmente, o no, superventas en Estados Unidos. Que los artistas filtren sus propios discos parece convertirlos en algo así como héroes de cara al público educado en base a los códigos del «todo gratis».

En realidad, sin embargo, los verdaderos héroes son aquellos que, pese a todo, aún hacen cola frente a las tiendas el día de salida a la venta.