UNA INICIATIVA ÚNICA y multitudinaria para conquistar asia

La fantasía de Escribà

El pastelero levantará en Singapur un parque temático dulce durante 3 días de junio del 2014

Christian Escribà (derecha) y Paul Wakefield sostienen un mural con dibujos que resumen su proyecto conjunto en Singapur.

Christian Escribà (derecha) y Paul Wakefield sostienen un mural con dibujos que resumen su proyecto conjunto en Singapur.

FERRAN IMEDIO
BARCELONA

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No lo dirá nunca Christian Escribà, pero mientras daba forma a la locura de colonizar Asia por la vía de lo dulce, con un parque temático, una feria, un show comestible que no aparecería ni en los sueños más fantasiosos de Willy Wonka, seguro que pensó: «Se van a enterar de quién es Christian Escribà». Y seguro que una risa traviesa, gamberra, la que tiene, se le escapó tras las gafas de pasta. Y los asiáticos se enterarán, seguro. Si todo sale como está previsto, pondrán los ojos como platos cuando entren en el espacio de 6.000 metros cuadrados (más o menos lo que ocupan los pabellones más grandes de la feria de Montjuïc) en el Marina Bay de Singapur, donde esperan acoger a  entre 12.000 y 20.000 personas durante los días 27, 28 y 29 de junio del año que viene.

Nunca antes se ha montado algo así, de modo que tiene algo de «explorador sin brújula», como admite el barcelonés, que pretende que ese espacio de fantasía sea su tarjeta de presentación en el mercado asiático. «No podemos llegar de cualquier manera. ¡Tenemos un mundo propio y una historia!», exclama antes de compartir su visionaria idea de negocio: allí no solo tendrá pastelerías (tiendas físicas), sino academias, show rooms, eventos, cáterings... Una marca, en fin, que con esta iniciativa pretende convertirse en global.

JOAN FONT Y ENRIC RUIZ-GELI / El pastelero gamberro se ha aliado con el empresario inglés Paul Wakefield para crear esa «locura» -son palabras de su amigo Ferran Adrià- que tiene previsto viajar después a Tokio, Hong Kong, Pekín, Shanghái y Seúl. También ha convencido a Joan Font, de Comediants, y al arquitecto Enric Ruiz-Geli. El primero se encargará del espectáculo, la escenografía, los personajes que acompañarán a los visitantes con sus performances y ofreciéndoles bombones, caramelos... Ruiz-Geli, de la arquitectura, ya que levantará un pequeño edificio con piezas comestibles.

«Queremos crear una experiencia total basada en la diversión», subraya Escribà, que ha diseñado ocho áreas temáticas. Un show a la entrada del recinto dará rienda suelta a la pastelería espectáculo, un apartado dedicado a la historia y conocimiento ofrecerá talleres y cursos con capacidad para entre 1.000 y 2.000 personas. El área de naturaleza, salud y medio ambiente reproducirá una selva en la que no faltarán elefantes de chocolate a escala real y un lago con hipopótamos. «Un pesebre a lo bestia», resume Escribà.

CHOCOLATE EN TIRADORES / El BCN-Asia Sweet Connection ligará la cultura pastelera de Catalunya con la asiática con acciones gastro-artísticas como poner a decenas de pasteleros a elaborar en un dragón (icono de ambas culturas) que mezcle las técnicas pasteleras de cada mundo. El Tea Room será una cafetería-tetería ubicada en ese edificio de Ruiz-Geli de ocho metros de altura y tres plantas, cuyos dos primeros pisos tendrán miradores. Y el área Chocolate incorporará un bar de chocolate con tiradores como si fuera cerveza, una cascada de chocolate, un escenario y una pasarela por la que desfilarán modelos con ropa comestible. «Tendrá una estética como Moulin rouge».

El octavo espacio se lo ha reservado para presentar la academia que ubicarán en Singapur (ya hay una en Barcelona) y mostrar a clientes y empresas cuál es, según él, el futuro de la pastelería: «Una profesión que integra otras disciplinas». Justo lo que quiere montar en Singapur durante esos tres días de fantasía dulce con música, arte, decorados, maquillajes, personajes, iluminación, producto y mil y un espectáculos.