¿Compartimos entrenador?

El espléndido físico que los famosos muestran cuando pisan una alfombra roja, salen en una revista o se suben al escenario no es solo obra y gracia de una generosa genética o del manejo del Photoshop. Ahí es donde entran en juego las horas de machaque en el gimnasio. Y en eso tienen mucho que ver los entrenadores personales, una figura tan necesaria para algunos como un estilista, un maquillador o un buen cirujano plástico. Y cuando estos profesionales funcionan, se los rifan. 

Es el caso de una expareja que ha dado mucho que hablar, sobre todo desde que ella dijo aquello tan ambiguo del: "En mi casa pasan cosas". Cierto, hablamos de David Bustamante y Paula Echevarría, que hace años cuentan con los eficaces servicios de Iñaki García, un solvente profesional que ha acabado convirtiéndose en el instructor físico (que no espiritual) de muchos famosos. Aunque el cantante y la actriz ya no vivan bajo el mismo techo siguen compartiendo tanto el amor por su hija Daniela como su adoración por García. Algo que, por lo demás, no resulta difícil, ya que un entrenador personal, como su nombre indica, no implica sesiones en pareja, sino que se disfruta a solas. 

Perfectos abdominales

Poco a poco, Iñaki García, el conseguidor de bíceps potentes, vientres planos y culos duros ha ido rellenando su agenda con otros rostros muy populares: la actriz María Castro, el 'showman' Carlos Latre, el exfutbolista Kiko Narváez y los presentadores de Tele 5 Christian Gálvez y  Lara Álvarez. La 'corresponsal' en Honduras de 'Superviventes' ya ha demostrado en cada conexión estar muy en forma. 

A Adrián Lastra, el actor que encarnaba al entrañable Pedro en 'Velvet',  se lo presentó su amigo Bustamante en el gimnasio Físico de Majadahonda, y desde ese momento ha seguido entregándose a las rutinas deportivas."Iñaki García es ma-ra-vi-llo-so", aseguraba en una entrevista en este diario. Ambos artistas se lanzaron a una sana competición de tabletas y bíceps: "David [Bustamante] es un 'picao' y siempre quiere tener un cuerpo más fuerte que el mío, pero no lo va a conseguir", advertía entonces Lastra.