Custo abre nuevo ciclo en Nueva York

No hay un diseñador español que conozca tan bien la Semana de la Moda de Nueva York como Custo Dalmau. Hace ahora 20 años, el catalán fue el primer extranjero en desfilar en la pasarela neoyorquina, entonces un exclusivo club para poco más de 40 diseñadores ahora transformado en una barra libre donde, como explica Dalmau, “se ha ido al negocio y se ha abierto la veda y cualquiera que viene con un cheque desfila”. La bajada de criterios de selección que ha llevado a que se presenten más de 300 colecciones, no obstante, no es óbice para que Nueva York sea una cita imprescindible junto a París y Milán, y Custo ha vuelto una vez más para tratar de “renacer”.

La colección otoño/invierno que ha presentado este domingo en los Pier 59 Studios, que ya se adelantó en la 080 Barcelona Fashion, es la muestra de ese cambio. El negro, tan neoyorquino (y mundial) es principal apuesta y eje y aunque se mantienen ingredientes permanentes como el color, el grafismo y la fusión de materiales, es evidente un esfuerzo por ajustar dosis. Dalmau habla de un nuevo código, que define como “un giro a la moderación, a la contención”.

Lacoste abriga Nueva York con su retrofuturismo

“Después de 20 años tenemos que pasar el testigo del proyecto a nuevos consumidores, los hijos de los consumidores con los que empezamos, a los que hablábamos un poco en clave de exceso”, adelantaba en una entrevista en su showroom en el Soho un par de días antes del desfile. “Se trata de ir contracorriente, no de nosotros mismos, sino de lo que hemos hecho hasta ahora”.

Su oferta está ahí, con telas metalizadas y apliques metálicos, juegos de transparencias,  prendas deportivas combinadas con las de vestir... Ahora queda que convenzan al comprador, ese que, según Custo, es el que debe hacer un esfuerzo indivual para romper “el mundo totalmente uniformado por las grandes operadoras de moda”.