RECUERDOS DOLOROSOS

Los días más oscuros de Britney Spears

Un duelo legal con su antiguo mánager, Sam Lufti, da a conocer episodios en que la artista tocó fondo

Britney Spears, en el 2015.

Britney Spears, en el 2015. / periodico

IDOYA NOAIN / NUEVA YORK

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Hace tiempo que Britney Spears dejó atrás sus días más oscuros. A los 34 años, tiene un rentable espectáculo en Las Vegas, mantiene con Kevin Federline la custodia compartida de sus dos hijos, posa para fotógrafos como Mario Testino, aparece junto a Hillary Clinton dándole su apoyo en la carrera presidencial y consigue el papel de estrella invitada en una serie de éxito como 'Jane the Virgin'.

Desde este momento de renovada serenidad y relanzada carrera profesional se entiende que la artista y sus abogados hayan sido capaces de exponer con inusual franqueza sucesos de esos días en que tocó fondo, y lo han hecho ahora que le persigue una batalla del pasado: la reclamación de cientos de miles de dólares que le hace en los tribunales Sam Lufti, que fue su mánager en aquella época negra.

Los letrados de la artista están intentando evitar que Spears Lufti (contra el que ha logrado tres órdenes de alejamiento) se vean cara a cara el 2 de mayo en una vista del caso. Para lograrlo han presentado ante el tribunal documentación de otro proceso judicial anterior en el que se detalla la relación de ambos en el 2007 y el 2008 y el mal estado físico y mental en el que se encontraba la cantante. En esa documentación, por ejemplo, se constata que Spears estaba en esos años "lidiando con el abuso de drogas" y se cuentan tristes episodios, como el del 1 de octubre del 2007, cuando ella perdió la custodia de sus hijos Jayden James y Sean Preston (que entonces tenían uno y dos años, respectivamente) y "pasó la noche en un aparcamiento".

SE CONOCIERON EN UN CLUB EN EL 2007

Lufti conoció a Spears en un club en el 2007, cuando ella se había distanciado de su familia, estaba metida en el proceso de divorcio y en la lucha por la custodia de los niños, y hacía las delicias de los paparazis con excentricidades como raparse el pelo. Entonces él trabajaba como "asesor" en la gasolinera de su madre y trabaron una amistad que devino en relación profesional. Según Lufti, accedió a ser su mánager pero poniéndole condiciones, como que le permitiera formar su propio equipo y que dejara de tomar sustancias prohibidas (aunque la familia de Spears ha mantenido siempre que él le facilitó drogas, una acusación por la que también se han enfrentado en los tribunales). 

Lufti también asegura que negoció con entre 30 y 100 paparazis que esos días seguían a Spears, prometiéndoles informarles de la agenda de la cantante si ellos se comprometían a respetar algunas normas, como no entrar en propiedad privada o no saltarse semáforos en rojo si les seguían en coche.

COMISIÓN DEL 15%

Está en manos de un jurado, no obstante, dirimir si el supuesto acuerdo verbal existió y si Spears adeuda el dinero que Lufti le reclama. El antiguo amigo y mánager, en cuya casa se refugió tras el incidente del aparcamiento, y con quien permaneció hasta principios del 2008, asegura que su "contrato" incluía una comisión del 15% del salario que recibía entonces Spears, que era de 800.000 dólares mensuales.  

Lo que los abogados de Spears intentan es que su cliente y Lufti no se tengan que ver en persona. Han ofrecido como opción que, si él está en la sala, ella sea interrogada a través de un sistema de vídeo y audio desde otra sala separada.